Matos le da un empate balsámico al Burgos en la prolongación

Bolo sorprendió con una alineación en la que colocó a Kevin Appin de segundo delantero para aprovechar su potencia. Algo que ya avisó Michu en la presentación en pretemporada del jugador de Martinica como una de las posibilidades que tenía el míster con el futbolista. Y la primera ocasión llegó de sus botas en el minuto. Su remate, casi sin ángulo lo sacó Rebollo con el pie.

El Zaragoza lo intentaba, sobre todo por la izquierda con un Mollejo incisivo. Suya fue la primera acción de peligro, cuando en el minuto 20 remató flojo de cabeza en el área pequeña a pase de Germán Varela, pero Caro, muy concentrado atajó el cuero. Dos minutos después Matos dio la réplica rematando fuera un servicio desde la derecha.

Y en minuto 38 golpeó el Zaragoza. Una falta de entendimiento en la defensa del Burgos permitió al cuadro maño rematar hasta tres veces sobre el marco de Caro. Las dos primeras las sacó Grego Sierra, pero el tercer remate Mollejo lo envió a las redes. Un error defensivo más que volvía a penalizar al Burgos que no era capaz de canalizar una sola jugada de peligro.

Bolo intentó mejorar la imagen del Burgos con la entrada de Fer Niño por Mumo, para colocar a Appin en su lugar natural y dar mas mordiente al ataque con el delantero. Y el Burgos empezó a presionar la salida de balón zaragocista para crear incertidumbre en la defensa maña.

El equipo de Bolo lo intentaba en el minuto 58 por medio de Dani Ojeda tras una buena jugada de Espiau, pero sin acierto. Respondió el Zaragoza con un gran remate de Bakis que salvó Caro con una gran actuación.

Los cambios de Appin y Espiau permitieron reorganizar el ataque del Burgos, Bolo colocó a Curro en su posición más natural, de segundo punta con Fer Niño. Y Elguezabal como ayuda a la defensa y tercer central cuando atacaba el Zaragoza. Pero la situación no mejoraba y los delanteros del Burgos caían continuamente en fuera juego.

En el minuto 81 probó suerte Grego Sierra tras un saque de esquina. Pero el meta del Zaragoza Rebollo detuvo bien colocado. Las decisiones arbitrales y las reiteradas pérdidas de tiempo del Zaragoza calentaron al banquillo burgalés y el preparador físico vio tarjeta amarilla. Pero los errores arbitrales también eran para el bando contrario con lo que el partido se volvió un correcalles.

Y cuando el partido ya moría, Matos, desde dentro del área remató un balón suelto que la defensa del Zaragoza no supo despeja. El empate hacía justicia porque el Burgos puso más garra en la segunda parte y salvo dos ocasiones que salvó Caro, el Zaragoza inquieto poco la meta local.

El empate es un bálsamo para un Burgos que no ha tenido una buena noche, a la espera del choque de Copa del Rey con el histórico Hércules de Alicante, el próximo jueves.