Las visitas a la Catedral de Burgos remontan en 2019 gracias al despacho telemático de entradas

El delegado diocesano de Patrimonio, Juan Álvarez Quevedo, destaca como dato positivo la puesta en marcha del despacho telemático de entradas, lo que ha permitido incrementar las ventas. Se ha facilitado la visita, insiste, y al menos unas 15.000 de las entradas vendidas en 2019 fueron a través de máquina. Un éxito a repetir con nuevas fórmulas de 'captación' de visitantes, afirma Álvarez Quevedo.

Fuera de esa cifra de 371.739 turistas quedan las visitas programadas a través de centros escolares, que son muy numerosas. Vienen de la capital y la provincia y, recuerda Álvarez Quevedo, en octubre se firmó un convenio con el Ayuntamiento para extender a los colegios rurales la posibilidad de contar con una guía en las visitas, algo de lo que ya disfrutaban algunos centros de la capital.

Como es habitual, la mayor parte de las visitas se concentran en los meses estivales. Agosto es el rey, aunque este año las visitas se han visto ligeramente reducidas (los datos provisionales hablan de unos 60.000 turistas, frente a los más de 63.000 de 2018). Enero y febrero son los meses más parados para la Catedral, que empieza remontar en marzo y, sobre todo, en abril y mayo.

El turismo se estanca en junio, remonta en julio y agosto, para estabilizarse en septiembre y octubre. El cierre del año suele ser a la baja. Y todo sin tener en cuenta las visitas que se reciben en la Seo vinculadas con la programación organizada con motivo del VIII centanario, recuerda Álvarez Quevedo, quien muestra su satisfacción por el atractivo del tempo, y confía en que la nueva tienda atraiga todavía a más visitantes.

En diciembre, la Catedral inauguró las remodeladas dependencias, tras una inversión de más de 180.000 euros. Se cuenta con una recepción, taquilla, zonas de descanso y zona para el sellado de credenciales a peregrinos. Se ha mejorado el diseño y los accesos, recuerda Álvarez Quevedo, y la influencia en el turismo se irá notando en los próximos meses.

Lo que sí se nota ya es la calefacción, recién instalada en la Catedral de Burgos, que ofrece un ambiente mucho más cómodo para la visita. Así, con una temperatura menos heladora, entrarán más turistas y se quedarán más tiempo disfrutando de las riquezas de la Seo burgalesa y, ya estas Navidades, el calor se ha dejado notar.

Otra de las novedades con las que arranca el 2020 es un incremento en el premio de algunas entradas. En concreto, la individual, la de jubilados, la de grupos de más de 15 miembros y la pulsera aumentan un euro, quedando el precio final en 8 euros la individual, 7 euros la de grupos y jubilados y 9 la pulsera. Gratuitamente entran también muchos colectivos, unas 30.000 personas en 2019, que pueden ser religiosos, grupos con guía o grupso de parroquias.