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Dice el dicho que en esta vida hay que plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Bajo esa premisa comienza la historia de un burgalés que soñó con escribir un libro. Y lo hizo. Marcos Pascual Faulín volvía de viaje con su mujer cuando, hablando con ella de los propósitos de año nuevo, reparó en el dicho y le dijo que «plantar un árbol se hacía con la gorra», tener un hijo «ya llegaría» y que «escribir un libro…».
«Sí, claro. ¿Un libro va a escribir tú?», le provocó su mujer, y Marcos recogió el guante: «La provocación esa de que no crean en algo me hace venirme arriba». La realidad va un poco más allá y Marcos reconoce que escribir es algo que siempre le ha gustado. «Nunca lo he hecho de manera activa, en el instituto escribí alguna cosilla… Era algo que estaba ahí y que nunca me había atrevido a hacer y la idea la tenía en la cabeza», reconoce.
Marcos es ingeniero de profesión, la ciencia es su día a día a pesar de confesarse un amante de las letras. «De pequeño crees que todo es posible pero cuando creces el 'no puedes' que te llega de la sociedad te aplasta. Esa es un poco la esencia del libro. La sociedad ridiculiza los sueños y ese reto con mi mujer y las ganas que tenía es lo que hizo que empezara a escribir», cuenta.
La mujer de Marcos sabía dónde pinchar para que este sintiese ese empujón que necesitaba y el gusto de Marcos por la fantasía y la ficción hizo el resto. «Siempre me ha gustado lo que te saca de lo conocido y te obliga a pensar de otra manera. Me gusta entender lógicas nuevas cuando te plantean un mundo distinto o una situación científica que no está todavía demostrado. Esto ha nacido de que quise hacer algo y que como soy un friki y sé lo que quiero y lo que echo en falta lo he unido en el libro. Es fantasía, es ciencia ficción y muchas otras cosas. Soy ecléctico y el libro también», resumen.
Marcos está «muy orgulloso» de haber podido «encajar ciencia ficción y fantasía» en 'Orbis Ultra: El vínculo entre mundos', su primera novela. El proyecto de año nuevo se demoró en el tiempo y pasó a ser un proyecto «de año bisiesto», confiesa entre risas el autor. «He tardado cinco años en acabarlo. Ha sido mucho trabajo. Al principio el planteamiento era «voy a probar». Tenía ideas y empecé a volcarlas y me di cuenta de que iba saliendo. Me gusta mucho la lógica, que lo que planteas tenga sentido, y que sea justo, que las cosas que ocurran sea coherentes. Tenía una historia con un principio y un final y detalles. Y así empecé, buscando cómo llegar del punto a al punto b», confiesa.
Aunque en la cabeza de Marcos la novela era más corta (766 páginas) confiesa que cree que «no se hace aburrido ni pesado». Mientras la novela se gestaba Marcos, junto a su mujer, cumplieron otro de los hitos que marca la sabiduría popular: tener un hijo, por lo que el proceso de escritura de dilató aún más en el tiempo. «En vez de tener tiempo debía horas al día», confiesa.
«En año y medio la novela estaba prácticamente terminada. En el segundo año estaba hecha entera, pero faltaba pulir detalles. Empecé en pandemia, lo que me permitió tener más tiempo, pero después se limitaba a fines de semana en los que me quedaba en casa escribiendo. Nunca más de cuatro horas», analiza.
Con la novela terminada comienza otra etapa: la de publicarla. «Hazlo o no lo hagas, no lo intentes. Cuando vi que me gustaba lo que estaba escribiendo fui a por ello. El listón lo he puesto en el top, sé que es muy complicado llegar a algo, pero ahí he puesto mi objetivo», asegura. Partiendo de este punto el objetivo era publicarlo. «Sin saber nada de este mundo me tocó investigar. Al final lo fácil ha sido escribirlo, pero después hubo que buscar un ilustrador para la portada, aprender cómo funciona el mundo editorial…», afirma.
Ahora llega la presentación en sociedad de su criatura. Será este viernes, en la Sala Polisón a las 19:30 horas. Allí podrá presentar su obra a todos los burgaleses que quieran acercarse hasta la fantasía y la ciencia ficción.
Por el momento el 'feedback' que Marcos está recibiendo es «bueno». Buena prueba de ello son las reseñas en Amazon, donde tiene una valoración de cinco estrellas (la máxima) en todas ellas. Marcos sueña con que la novela se convierta en un 'best seller', pero en realidad lo que quiere es «poder escribir». «Lo que quiero es tener tiempo para escribir, no puedo hacerlo porque tengo que trabajar y tengo a mi hija y a mi mujer. El tiempo con mi hija y mi mujer no lo quiero sacrificar, por lo tanto si pudiera vivir de la escritura tendría tiempo de poder sacar de mi cabeza la segunda parte de la saga, que me muero de ganas», confiesa.
Pero para esta segunda parte habrá que esperar porque Marcos está enfocado en la promoción de su primera novela. «Si quiero escribir la segunda parte, y para eso necesito tiempo, necesito que esto tome algo de vida», reflexiona. Y aunque en su cabeza se dibuja una saga este primer libro es «autoconcluyente».
En la presentación de este viernes no estará solo, le acompañará Iñaki Moreno, un artista que pintará en directo, entre otras sorpresas por descubrir.
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