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En julio se aprobaba en el Ayuntamiento de Burgos el proyecto de intervención para solucionar los problemas de filtraciones de agua que han ocasionado importantes daños en viviendas y edificios del barrio, con aparición de grietas y hundimiento del terreno que, en algunos casos, ... han acabado en la demolición de inmuebles. Sin embargo, las semanas pasan, los vecinos no ven movimientos y desconfían de la promesa municipal.
«Es la tercera vez que lo dicen pero no se han movido», apunta Sergio Simón Portillo, el portavoz del consejo de barrio y una de las voces que más han peleado por los derechos de los vecinos de Villatoro. «No tengo ninguna confianza. El día que vea una máquina, me lo creeré», ha apuntado, pues en ocasiones anteriores también se han aprobado partidas presupuestarias, como en 2019, que luego han quedado en nada, recuerda.
Tampoco han llegado las anunciadas ayudas que el Ayuntamiento iba a dar a los vecinos que tuvieron que demoler sus viviendas, en total seis, y a los más afectados por las grietas. Ellos han tenido que buscarse un nuevo domicilio o reparar los daños sin recibir ningún apoyo municipal. Al contrario, se lamenta Portillo, han seguido pagando el IBI y las basuras. «No se han olvidado ningún año de cobrar los impuestos».
Con estos antecedentes, en Villatoro, poca sensación ha causado el anuncio de que se iban a invertir 1,6 millones para iniciar el proyecto, que pasa por la construcción de dos pozos para captar agua subterránea y expulsarla al arroyo, que se impermeabilizará. También se realizará, al mismo tiempo, un estudio hidrogeológico para asegurar que la intervención es la adecuada y, si no es así, rectificar.
Las obras no está previsto que comiencen hasta 2022, pero no se lo acaban de creer, teniendo en cuenta que los problemas arrancaron en 2004 y que las quejas de los vecinos empezaron en 2008. Luego llegaron los derribos, el estudio del Instituto Geológico y Minero para determinar las causas y la elaboración del proyecto de intervención. «Estamos en 2021 pero no se ha avanzado ni un paso», lamenta Portillo.
Desde Villatoro están muy molestos con el Ayuntamiento de Burgos pues, afirman, en veinte años no se ha hecho ninguna inversión en el barrio. Solo se reformó el campo de fútbol pero las condiciones de gestión impuestas son insumibles, así que el barrio no se beneficia de la instalación. Sin embargo, el Consistorio saca en torno a 800.000 euros anuales de impuestos directos de los vecinos, lo que hace casi 18 millones en veinte años.
Sergio Simón Portillo asegura que, para la corporación municipal, Villatoro pinta poco o nada, porque son pocos vecinos. Y se remite a lo que considera una prueba clara: las obras para reparar el hundimiento en Reyes Católicos. «El problema es el mismo», las aguas subterráneas, en este caso vinculadas al río Vena, socaban el terreno y se acaba hundiendo. Aquí, ya se está trabajando en el proyecto y se acometerán las obras en breve.
En Villatoro, con suerte empezarán en 2022, casi 20 años después de que se detectase el problema. La diferencia, comenta Portillo, que en Reyes Católicos son 30.000 votos y en Villatoro, 500.
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