El Ayuntamiento de Burgos tomará medidas contra las terrazas que incumplan gravemente la normativa

Se quejaban de los ruidos ocasionados en la calle, así como «los botellones y basura» que generaban las aglomeraciones de personas en el final de la avenida. Precisamente, los vecinos se planteaban estos días emprender acciones legales contra el Ayuntamiento al permitir la ubicación de terrazas en esa zona.

Estos vecinos reconocen que el problema con las terrazas de hostelería viene de antes de la pandemia de la covid-19, es previo a que se concedieran permisos para ampliarlas. «Ahora han reabierto dos bares, se han instalado dos terrazas, una de ellas en los pasadizos que son propiedad privada de uso público», explicaba un vecino de la zona hace unos meses.

Señalan desde estas comunidades que la extensión de las terrazas se ha ampliado a la zona de la acera, de los pasadizos y en zonas privadas de uso público, «rodeando completamente los edificios con las mesas y las sillas», lamentan. En la queja remitida al Ayuntamiento por varias comunidades de vecinos se explica al Ayuntamiento que «la zona se ha convertido en un entorno acústicamente saturado, que impide la convivencia normal de los vecinos generando ruidos, conversaciones, música, orines en la entrada del garaje y el portal, arrastre de mesas, sillas, sombrillas hasta alta horas».

Los vecinos lamentan que los clientes invaden el paso a los vecinos y propietarios de las viviendas y a los ciudadanos que desean transitar por la acera. «No se deja espacio suficiente y es que, a pesar de colocar lo veladores a un metro y medio de la pared, los clientes de los citados establecimientos colapsan la zona de paso y acceso al garaje», apuntan.

«Las molestias vienen de atrás, pero se han incrementado con la pandemia», explican estos vecinos. Su mayor queja es que el aumento de las terrazas se ha producido «en propiedad privada de uso público, han concedido autorizaciones de ampliación sin contar con el consentimiento de los propietarios de ese suelo que somos los vecinos, ni siquiera nos han consultado», lamentan.

A mediados del mes de noviembre enviaron las quejas al Ayuntamiento. «Las peticiones no han sido contestadas. Nuestro administrador se ha puesto en contacto mediante otra carta y tampoco», explican.