Urgen al Ayuntamiento la construcción de 13,5 nuevos kilómetros de vías ciclistas

De hecho, la última revisión del Plan propone una auténtica miríada de actuaciones de diferente índole, incluida la construcción de nuevos tramos, la creación de numerosos pasos ciclistas o la mejora de la señalización en diferentes puntos. De todas ellas, la asociación califica de prioritarias una treintena de actuaciones, de las que un total de 14 se vinculan directamente a la construcción de nuevos tramos más allá de la docena de proyectos de este tipo que el Ayuntamiento mantiene en cartera y de las obras que actualmente se están llevando a cabo en la calle Vitoria.

En este sentido, Burgos con Bici pone el foco en vías clave del entramado urbano burgalés que a día de hoy adolecen de plataforma específica para bicicletas, como son la Avenida de la Constitución, la calle Madrid, la Avenida de la Industria, la calle Vitoria, la carretera del Cementerio o Juan Ramón Jiménez. Se trata, en todos los casos, de vías fundamentales para los flujos circulatorios de la ciudad que hasta ahora han estado olvidadas en los sucesivos proyectos materializados en los últimos años y que sumarían algo más de 13 kilómetros a la red ciclista de la ciudad.

A partir de ahí, Burgos con Bici también considera totalmente prioritaria la ejecución de nuevas conexiones entre las vías ciclistas ya existentes en la ciudad. Y es que, la falta de continuidad en los trayectos es una de las grandes deficiencias de la red ciclista burgalesa. En este caso, se urge al Ayuntamiento a la construcción de seis nuevas conexiones en puntos como la plaza y el puente de Castilla, el cruce entre la calle Santa Bárbara y el Parque de los Poetas o la glorieta ubicada en la intersección de las calle San Roque y Farmacéutico Obdulio Fernández.

Asimismo, la asociación urge al Ayuntamiento a adaptar de manera prioritaria un total de siete pasos ciclistas y mejorar la señalización de otros dos que presentan deficiencias en este sentido para garantizar la seguridad de los usuarios de bicicletas y VMP.

Y todo ello complementado con la petición de ampliar de manera significativa los itinerarios ciclistas por las zonas peatonales del centro histórico de la ciudad, uno de los aspectos que mayor polémica ha suscitado al respecto en los últimos años.

Y es que, la última revisión de la ordenanza de Movilidad restringía la circulación de bicicletas y VMP en la práctica totalidad del centro histórico peatonal y sólo un puñado de calles (Concordia, Avellanos, Plaza Alonso Martínez, Fernán González, San Lesmes, Gran Teatro, Puente Bessón, paseo Sierra de Atapuerca, San Juan, Almirante Bonifaz y pasaje Per Abbat) está calificadas hoy día como vías de uso compartido por peatones y ciclistas. A juicio de la asociación, ese planteamiento es del todo insuficiente para dar permeabilidad a la red ciclista, que al llegar al centro histórico se encuentra con una barrera física que debería ser revisada.

A este respecto, el colectivo considera que la convivencia de bicicletas y peatones es posible siempre que se cumplan los preceptos básicos en buena parte del entorno peatonal del centro, por lo que instan al Ayuntamiento a ampliar el concepto de uso compartido, con preferencia para los peatones, a entornos como las Llanas, la Plaza Mayor, el Puente de Santa María, la Plaza del Rey San Fernando o Nuño Rasura, entre otros muchos.

Esas, en todo caso, son las propuestas prioritarias lanzadas por la asociación, pero no son las únicas. Y es que, según insisten desde el colectivo, la red ciclista de Burgos tiene mucho margen de mejora a pesar de las intervenciones llevadas a cabo en los últimos tiempos. Así, y a pesar de valorar la pacificación del tráfico gracias a la limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora en las calles de sentido único y a la implantación de numerosas ciclocalles y ciclocarriles, todavía queda mucho por hacer.

De hecho, aseguran, algunas de las fórmulas desarrolladas en los últimos años, como los propios ciclocarriles o las aceras-bici, están «caducos» y no son la alternativa ideal, que pasa hoy en día por la construcción de carriles bici segregados en calzada, una fórmula que reconocen que no siempre es posible, pero es sin duda la más segura para usuarios de bicicletas y VMP.

Mención aparte se merece, a juicio del colectivo, la necesaria apuesta por conectar el casco urbano de Burgos con los principales puntos del Alfoz, como Villalbilla o Cardeñajimeno, ya en proyecto.