El 'Urbex' llega a Burgos y causa daños en el interior del Coliseum

El espacio multiusos por excelencia de la ciudad sufrió un allanamiento por parte de un reducido grupo de menores, que no superarían los 16 años. Los hechos ocurrieron a las 5:00 horas de la madrugada del lunes cuando, varios individuos forzaron una de las puertas de acceso al Coliseum y camparon a sus anchas por el multiusos.

Una vez dentro no se limitaron a grabarse en diferentes localizaciones -lo que es lo habitual de esta práctica-, sino que causaron diversos daños. El mayor de ellos fue el que sufrió el zeppelin del San Pablo Burgos, que acabó destrozado y sin su control remoto. Sólo este daño ronda los 4.000 euros de coste. Además, una silla ha aparecido rota y el parqué ha sido deteriorado por la escalera que utilizaron para subirse a uno de los aros y fotografiarse sentados en él.

Los implicados también aprovecharon para llevarse productos de los almacenes de los bares que operan durante los partidos y que tenían allí aún las bebidas del último partido celebrado unas horas antes.

Todo ello fue publicado en los stories de Instagram por lo que su identidad fue registrada sin dificultad. De hecho, esas imágenes publicadas por los propios menores ya obran en poder de la Policía. Además, el circuito interno del que dispone el Coliseum grabó todos sus movimientos.

Aunque todo quedó en una «gamberrada», como la ha calificado la concejal de Deportes, Lorena de la Fuente, esta debe de tener su pertinente sanción y para ello el Ayuntamiento ha denunciado los hechos y los padres de los menores deberán de responder económicamente de la sanción económica que presumiblemente recibirán. Además, desde el Ayuntamiento se preguntan cómo unos jóvenes que no alcanzarán los 16 años podían estar a las 5:00 horas de la madrugada fuera de casa.

Lo peor de este tipo de acciones es su efecto llamada, comenta De la Fuente. De hecho, sólo unas horas después de que estos hechos fuesen denunciados, otro grupo de jóvenes intentó lo mismo. Sin embargo, en este caso fueron pillados in fraganti por la Policía Nacional.

A pesar de ello, desde el Ayuntamiento no se plantean reforzar el actual dispositivo de seguridad, que consta de cámaras y rondas de guardas jurado por las instalaciones municipales. De la Fuente confía en que estos hechos no vuelvan a repetirse porque, aunque no pasan de ser una gamberrada para alcanzar notoriedad en redes sociales, tienen consecuencias legales que se deben de acabar asumiendo.