La ciudadanía al cuidado de los ríos

En palabras del profesor de la Universidad de Burgos y encargado del proyecto, Luis Marcos, con esta iniciativa buscan que la ciencia sea «lo más transparente, participativa y democrática posible». En este sentido explica que determinados aspectos, como la valoración ambiental de los ríos de Burgos, no están restringidos exclusivamente a personas con una alta formación científica, sino que los ciudadanos también pueden «contribuir» en esta función «en la medida de su capacitación».

Por ello, a través de diferentes plataformas de ciencia ciudadana, se busca incrementar la cultura científica entre la ciudadanía, ayudando a mejorar el conocimiento, la valoración ambiental y una innovación responsable de los sistemas de agua dulce; así como impulsar y mejorar la participación activa de la sociedad en el estudio y cuidado de estos ecosistemas. «Al final lo que hace falta es motivación», destacó Marcos.

En primer lugar se llevará a cabo una labor de formación, a través de una serie de talleres, para que los participantes conozcan la realidad de los sistemas acuáticos, qué servicios están dando, cómo se ven afectados y qué indicadores sirven para medir su calidad. Posteriormente, en una serie de plataformas públicas, que podrán ser consultadas por cualquier persona interesada, se subirán estos datos obtenidos.

Este proyecto, en el que el equipo de la UBU se encuentra trabajando durante el verano, a fin de poder ponerlo en marcha dentro de tres semanas, se desarrollará hasta finales de junio de 2021, cuenta con la colaboración económica y científica de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT)-Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, tras obtener la máxima puntuación (91 puntos sobre 100) entre los 51 proyectos presentados en la convocatoria pública del Ministerio. «Estamos muy ilusionados pero nos sentimos también un poco abrumados, porque fuimos los primeros de toda España y eso nos da una cierta responsabilidad para intentar hacerlo lo mejor posible», afirma Marcos.

En este sentido el investigador señala que pudo ser la visión integral del proyecto lo que les ayudó a obtener esa puntuación. «No queríamos estudiar una sola cosa muy concreta, sino que estamos estudiando muchos contaminantes o aspectos que deterioran la calidad ecológica de los ecosistemas acuáticos», señala. Asimismo asegura que aunque este proyecto tendrá una duración de un año, su intención es que perdure en el tiempo con la creación de una red de control ciudadana «que no solo describa lo que está ocurriendo sino que haga propuestas para que mejore la calidad de los ecosistemas acuáticos».

Asimismo, explica que la situación por la pandemia de la covid-19 podría «perjudicar» un poco al proyecto, especialmente en aquellas actividades comprometidas con los centros escolares, sin embargo aseguró que por ese motivo están intentando condicionar el proyecto y la formación para adaptarlo a estas situaciones.

En relación a la calidad de los ríos de la provincia de Burgos, el profesor de la UBU explica que las aguas pertenecientes a las zonas más altas y cercanas al nacimiento de los ríos suelen tener una calidad buena, sin embargo según va avanzando el río se va «deteriorando». Al respecto señala que los vertidos de las aguas residuales, las actividades industriales, agrícolas o ganaderas, así como el exceso de fertilizantes van deteriorando su calidad. Asimismo añade que una serie de contaminantes emergentes, asociados a productos de uso cotidiano, aditivos, cremas solares, medicamentos…, «empiezan a tener una presencia significativa en las aguas de los ríos de la provincia».