La Unidad Canina del GREM Burgos, preparada para viajar al terremoto de Turquía

«Estaríamos encantados de viajar a Turquía». Álvaro Martínez, responsable del Grupo de Rescate Espeleológico y de Montaña (GREM) y su Unidad Canina de Salvamento de Burgos, está a la espera de que se les movilice para poder viajar al país tras el grave terremoto sufrido, que ha dejado ya más de 5.000 muertos en Turquía, y un millar en Siria, y miles de heridos y desaparecidos.

Desde primera hora de la mañana del lunes, el GREM Burgos ha estado preparándose ante una posible movilización. Está en contacto con diferentes plataformas internacionales de coordinación de emergencias y han realizado los correspondientes trámites burocráticos ante la Junta de Castilla y León y el Gobierno Central, a fin de que se les incluya en los operativos a enviar.

Han conformado un equuipo compuesto por 24 personas, con 4 médicos y 8 enfermeras, además de 7 guías caninos con 8 perros y 5 personas para tareas de logística. Se han revisado todos los equipos técnicos, de emergencias y sanitarios para tenerlo todo listo en el momento en el que les llamen para viajar, un aviso que podría llegar en las próximas horas.

El GREM de Burgos iría en coordinación con los guías caninos de la unidad de protección civil de Miranda de Ebro y del Barco de Ávila. «Estamos a la espera de poder movilizarnos, en función de los aviones que salgan de España», explica Martínez. La Junta cuenta ya con toda la información y se ha remitido al Centro Nacional de de Seguimiento y Coordinación de Emergencias (CENEM).

Allí tendrán que tomar la decisión sobre la posible movilización, en función de las necesidades que se detecten en Turquía y los recursos que ofrecen cada uno de los grupos. El GREM de Burgos, que tiene experiencia en catástrofes similares como la italiana de L'Aquila en 2009 o el terremoto de Haití de 2010, prestaría apoyo en búsqueda y rescate en estructuras colapsadas.

El equipo burgalés está preparado para acudir a Turquía y prestar servicio durante un periodo de entre 7 y 10 días. Es el tiempo máximo en el que pueden ser útiles en lo que se refiere a búsqueda de personas y rescate tras un terremoto, en el que hay casi 7.000 edificios derrumbados y 2.800 construcciones colapsaron de manera inmediata.

Álvaro Martínez recuerda que hay que tener en cuenta las condiciones del lugar; el intenso frío de la zona se suma a la destrucción ocasionada por el terremoto y los daños personales. Por ello, el GREM es consciente de que si consiguen llegar allí se van a encontrar un escenario de terror, ya que estamos ante el terremoto más grave que ha sufrido turquía en un siglo.

De hecho, los problemas que ya se han detectado para la llegada de ayuda internacional tienen que ver con las comunicaciones. O más bien con la falta de las mismas. Los primeros grupos de ayuda se están quedando bloqueados en el aeropuerto de Adana, que está «colpsado». No hay forma de salir de allí ni de llegar, por carretera, a la zona afectada por el terremoto, explica Martínez.

La situación es muy compleja, de ahí que sea imprescindible estar muy bien coordinados y, en caso de movilización, hacerlo dentro de una estructura oficial. Por el momento, la Dirección General de Protección Civil ha movilizado a dos equipos de búsqueda y rescate en medio urbano de la UME y de la unidad especial de emergencias de Castilla y León.

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