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El dolor crónico es aquel que sienten los pacientes sin una patología o lesión que lo provoque. Desde el 1 de febrero, Burgos cuenta con una unidad de Atención Primaria destinada a este mal, aunque en el futuro se planea extender también al ámbito rural de la provincia.
Desde el 1 de febrero, en Burgos se ha tratado a 260 pacientes con dolor crónico. Además, el tratamiento de este mal no incluye medicamentos ni efectos secundarios; sino que trata de educar al cerebro a sobrellevarlos sin que al paciente le cueste la salud o el aislamiento social.
Por el momento, en Burgos capital hay una Unidad de Afrontamiento del Dolor Crónico en Atención Primaria, y esta se encuentra, «de modo provisional», en el centro de salud Gamonal-Las Torres. Sin embargo, el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, ha confirmado durante la mañana del lunes que se piensa llevar al centro de salud Las Huelgas «después de las obras».
En este momento, en Burgos hay tres grupos de pacientes en la Unidad de Afrontamiento del Dolor Crónico. Uno está formado por 15 personas con fibromialgia; mientras que otros dos grupos de 17 pacientes cada uno se dedican al dolor musculoesquelético crónico. Por tanto, estas unidades son multidisciplinares.
Por el momento, en la provincia de Burgos sólo hay una Unidad de Afrontamiento del Dolor Crónico en el centro de salud de Las Torres, que después se reubicará en Las Huelgas. Sin embargo, esta especialidad atiende tanto a zonas de salud básicas de la capital como a las de Burgos Rural Norte y Burgos Rural Sur.
Respecto al resto de la provincia, Vázquez se ha mostrado partidario de extenderlo también a zonas rurales «porque hay un derecho a que todo el mundo pueda tenerlo». Si bien, el consejero de Sanidad ha reconocido que «hay que comprender que requiere, para extenderlo al mundo rural, de un equipo muy grande y que hay que ir desarrollando poco a poco, dada la extensión y la dispersión de la población en el medio rural».
En palabras del consejero de Sanidad, estas unidades son «una nueva manera de enfocar lo que es el dolor crónico, dándole a los pacientes una nueva visión, permitiéndoles explicarles, educarles en qué es el dolor crónico y proporcionándoles una serie de herramientas que les van a permitir tener una actitud activa, mantener la funcionalidad de su vida para poder convivir con este tipo de dolor crónico».
«Se trata de educar a los pacientes dentro de la neurociencia del dolor, hacerles comprender cuál es y por qué se produce su dolor y darles una serie de herramientas para que puedan mantener su movilidad que ayuda a sobreponer el dolor», ha señalado Vázquez. Algo que, según ha subrayado, es «muy útil» para una serie de enfermedades como son la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónico o el dolor crónico musculoesquelético.
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