Tres años sin cafetería en la estación Rosa Manzano

Tampoco pueden hacer uso de esta cafetería los propios trabajadores de la estación, que no pueden descansar o comer en ningún sitio cercano, puesto que la ubicación de la estación no tiene cerca ninguna cafetería o restaurante.

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En las máquinas expendedoras los precios varían entre 1,20 euros por café, Aunque los cafés cuestan 1,20 euros, un sándwich puede suponer un desembolso de 2,50 y una botella de agua 1,10.

Tras el cierre del local llegó un concurso que quedó desierto, después apareció la covid-19 y la estación se quedó más vacía que nunca, lo que no ayudó a que nadie quisiera explotar ese local. Ahora, con los bonos de Renfe como reclamo principal para el uso del tren y el aumento del flujo de viajeros en la estación la ausencia de la cafetería se hace notar entre quienes llegan o comienzan viaje en Burgos.

Desde ADIF aseguran que el local destinado a la cafetería se ofertó en licitación este mismo año y que, al quedar desierta, «está disponible para su adjudicación directa a cualquier interesado que cumpla los requisitos mínimos de dicha licitación». Además, también están los locales comerciales «ofertados en una licitación destinada a negocios de alquiler de vehículos sin conductor que quedaron sin adjudicar en la licitación publicada y adjudicada el pasado año, también susceptibles de recibir ofertas de empresas de alquiler de vehículos que cumplan los requisitos de la licitación», afirman desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias.

También existen locales comerciales en la estación de trenes que permanecen vacíos. En este caso presentan diferente casuística comercial. «Hay locales vacíos susceptibles de recibir ofertas para su comercialización y posterior adjudicación directa», indican desde Adif, algo que daría calor a una estación demasiado desangelada y donde los viajeros no tienen dónde tomar un café.