Los trabajadores de la Catedral de Burgos se van a la huelga tras meses de «abusos» y «hostigamientos»

Así lo explica Luis Gutiérrez, el secretario de Organización de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT Burgos, quien afirma que en sus años en el sindicato «jamás había visto a unos trabajadores tan decididos a ir a la huelga». La decisión se tomaba este jueves, tras una asamblea en la que «una mayoría abrumadora» de trabajadores optaba por las movilizaciones para denunciar la situación.

La plantilla de turismo de la Catedral de Burgos está formada por 15 empleado. Cuando estalló la pandemia, el Cabildo presentó un ERTE ante el cierre total de la Seo, que después ha sufrido el impacto de las medidas restrictivas en cuanto a aforos, visitas turísticas, movilidad o toques de queda. El ERTE no se ha levantado nunca, ni cuando las restricciones han desaparecido y ha aumentado el turismo, afirma Gutiérrez.

Los trabajadores han estado yendo por días y por horas, entrando y saliendo del ERTE, y han sufrido cambios de horario constantes, comunicados sin antelación previa y a horarios intempestivos. Han pasado de estar seis por turno a cuatro y, en jornadas de una intensa actividad (como las del pasado verano), ha habido momentos en los que la Catedral ha quedado «desamparada».

Ahora, el Cabildo quiere ampliar el ERTE hasta enero de 2023, alegando una previsión de caída en las visitas turísticas, que en UGT no se creen visto que el sector habla de buenas perspectivas para este año. Y a todo esto se le añade una «degradación de las condiciones de trabajo» y «situaciones de abuso de autoridad y hostigamiento», que han sido denunciadas por prácticamente la totalidad de la plantilla.

Este «abuso laboral continuado», explica Luis Gutiérrez, ha llevado a UGT a denunciar la situación ante la Inspección de Trabajo, que el pasado noviembre resolvió con una serie de requerimientos, que no se han cumplido. Trabajo exigía que se garantizasen descansos en las jornadas de trabajo, que se comunicasen los horarios con antelación y que se facilitase un aseo en condiciones.

También que se elaborase una evaluación de riesgos psicosociales, que no se ha hecho, y que se entregase a los trabajadores un protocolo de acoso laboral. En este caso, se ha cumplido a medias, pues se ha entregado al delegado de personal. Por todo ello, el sindicato ha vuelto a presentar un expediente ante la Inspección de Trabajo para que valore los incumplimientos.

Así las cosas, los trabajadores han acordado iniciar una serie de movilizaciones, que incluirán jornadas de huelga, todavía por definir. Tampoco se descarta una huelga indefinida. Luis Gutiérrez asegura que «en dos años se ha ido a pique la paz social en la Catedral de Burgos» y se achaca a la llegada de la nueva gerente, que es quien ha gestionado las relaciones con la plantilla.

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