La Guardia Civil ha investigado a ARL (21) como presunto autor de un delito de simulación de delito por denuncia falsa y de estafa, al pretender obtener un beneficio económico del seguro de su vehículo.
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Los hechos ocurrieron el pasado mes de septiembre, en una ... carretera del Alfoz próxima a la capital. El vehículo de su propiedad sufrió un siniestro vial al salirse de la calzada y chocar contra la cuneta, con el resultado de daños materiales; cuando se personaron efectivos del Cuerpo en el lugar, el vehículo permanecía allí pero no había nadie que se responsabilizase del suceso. A la mañana siguiente el propietario denunció que se lo habían sustraído esa madrugada, en un descuido de éste.
La Guardia Civil sospechó desde el primer momento de la veracidad de los hechos narrados, se hizo cargo de la investigación y practicó numerosas pesquisas para comprobar la autenticidad del relato, que presentaba ciertas incongruencias desde el principio.
Ahora se ha demostrado que todo fue una invención con la intención de estafar al seguro, ya que su póliza tenía una cláusula que cubría los daños ocasionados en caso de robo; nadie sustrajo el vehículo como dijo, sino que él se encontraba dentro cuando se produjo el siniestro vial.
Las pesquisas llevadas a cabo han aclarado que todo fue una farsa, que decidió presentar denuncia, pese a conocer que lo hacía falsamente, como paso obligatorio para cobrar la indemnización de la aseguradora y así obtener un importante beneficio con la reparación de los daños sufridos en el vehículo.
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A.R.L. ha sido investigado como presunto autor de los delitos de simulación de delito y de estafa. Las diligencias instruidas han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción Nº 4 de Burgos.
Denunciar falsamente puede tener sus consecuencias
Ningún ilícito cometido a través de la web, redes sociales o las nuevas tecnologías o en el que se pretende obtener una indemnización del seguro, encubrir negligencias o descuidos, del orden de las estafas, timos o ventas fraudulentas, queda impune, a pesar de lo que equivocadamente piensa el autor/es enmascarado bajo el supuesto y falso anonimato que proporciona Internet, ya que existe lo que se denomina la «huella digital».
Denunciar falsamente hechos que no han ocurrido conlleva consecuencias penales para la que se contemplan sanciones de hasta 6.000 euros y pena de prisión de hasta tres años, además de generar antecedentes procesales que pueden limitar durante años el acceso a un puesto de trabajo en la administración pública.
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Alertar con avisos inventados o falsos y detraer por tanto a las Patrullas de sus cometidos asignados, puede tener además graves consecuencias como por ejemplo por alteración del orden público u obstruir la rápida y eficaz resolución de un incidente real acaecido.
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