La Soledad recorre Burgos arropada por sus fieles

Tras varias jornadas condicionadas por la meteorología, que el Jueves Santo y el Viernes Santo obligó a modificar buena parte de las previsiones, muchos eran los que a media tarde todavía miraban con recelo al cielo de Burgos. Sin embargo, en esta ocasión la lluvia brilló por su ausencia y los miembros de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santiago pudieron vivir su día grande.

Tal y como manda la tradición, la talla salió de la iglesia de Santa Águeda acompañada de los cofrades para encarar posteriormente la calle Barrantes. Allí no faltó la parada en el convento de las Salesas, para posteriormente enfilar las calles Aparicio Ruiz y Eduardo Martínez del Campo antes de desembocar en el Arco de Santa María, donde se realizó una nueva parada.

Eso sí, en esta ocasión tampoco hubo liberación de un preso. El último Consejo de Ministros denegó el indulto solicitado semanas atrás por la Cofradía para un preso condenado por un robo con fuerza. Desde 2016 no se puede cumplir con una tradición que nació precisamente en Burgos.

En todo caso, La Soledad estuvo acompañada y ya reposa de nuevo en Santa Águeda, a la espera de que mañana se ponga fin a la Semana de pasión con la procesión del Anuncio Pascual.