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Alvar, Eva y Sara son las caras en las que se refleja el éxito de los programas de inserción laboral que implementa la asociación Down Burgos, y que les han convertido en un referente en Castilla y León. En su centro de formación trabajan con ... 36 usuarios y, de ellos, 13 cuentan con un puesto de trabajo, lo que eleva al 36% el nivel de ocupación en un colectivo que encuentra múltiples dificultades para entrar en el mercado laboral.
Sara Olalla es la más veterana de los tres, pues lleva trabajando en Telepizza desde 2018, y tanto ella como sus compañeros están encantados. «Es muy trabajadora y muy responsable», explica Susana Arias, una de las preparadoras laborales de Down Burgos, asociación que sigue una metodología muy clara: empleo con apoyo. Hay un profesional siempre acompañando a los trabajadores, primero de manera más intensiva y, luego, según se van adaptando al puesto de trabajo, con seguimientos semanales.
Sara, que compagina el trabajo con el deporte (pues es muy deportista y practica baloncesto, natación y ateltismo), trabaja en la tienda por la mañana. Es la responsable de preparar la sala y también los ingredientes que se utilizarán después para elaborar las pizzas. Le toca clasificar las salsas, también los quesos, recargar las bebidas... Tarea no le falta nunca, explica Susana, poniendo voz a una Sara que suele ser muy locuaz aunque, a veces, sufre un pequeño ataque de timidez.
Con más desparpajo cuenta en qué consiste su trabajo Alvar Peña, que desde febrero de 2021 forma parte de la plantilla de Bricomart. Se encarga de recolotar todo el material que devuelven los clientes, primero clasificándolo y luego llevándolo a la sección correspondiente. También gestiona el embalaje y el reciclaje de carton y plástico. Y está constantemente aprendiendo, afirma.
«Lo que más me gusta es poder moverme de un sitio a otro», explica Alvar, que tiene muy buena relación con sus compañeros, con los que cena periódicamente. «Estoy contento», asegura, porque «trabajar en el Bricomart es ser independiente». Alvar prefiere trabajar, porque dice con humor que tiene que levantar el país, pero realmente el trabajo supone para él, y sus compañeras, una forma de reconocer su autonomía personal.
Alvar, Eva y Sara trabajan, perla vida no puede componerse solo del trabajo. Por la tarde se dedican a otras activdiades, como el deporte o la cocina. Practican baloncesto y participan en campeonatos. Todos los martes van a la piscina, y están aprendiendo a cocinar.
En estos días de Semana Santa, Alvar explica que han preparado torrijas al horno. Y Eva comenta que también aprenden a ser independientes y autónomos para vivir en un piso tutelado, junto con otros compañeros. Para ello, tienen un módulo específico en la sede de Down Burgos.
En un piso, los usuarios se responsabilizan de hacer las camas, limpiar los baños, lavar la ropa, plancharla, pasar la aspiradora, hacer la comida... «Hay cosas que cuestan mñas y otras que no cuestan», explica Eva, pero todo lo que puedan tienen que hacerlo solos.
Por ese motivo, la mayoría de los usuarios de Down Burgos que pueden, trabajan. Y están muy orgullosos de lo que hacen. Eva García está empleada en el Ayuntamiento de Burgos y es la encargada de repartir los acuses de recibo de la correspondencia municipal entre las diferentes secciones. También sale de la Casa Consistorial y hace sus repartos en otras dependencias como el Fórum Evolución, Movilidad o la OMIC.
«Tengo que ir de arriba a abajo todo el rato», explica Eva, que así se conoce a todo el Ayuntamiento. «En mi trabajo me siento muy a gusto, muy contenta. Los compañeros son majísimos, son gente maravillosa. Es una experiencia muy buena», asegura. Y tanto Eva como el resto de sus compañeros están siempre dispuestos a mejorar, se integran perfectamente en el trabajo, atienden las normas y las indicaciones, explica Susana.
Luis Mayoral, gerente de Down Burgos, afirma que la clave del éxito de sus programas de inserción es la conexión entre el centro de formación y el programa de empleo. «Para que esto funcionte tiene que haber un servicio estable de empleo», que además esté financiado, matiza, pues se tiene que formar al futuro trabajador pero sobre todo buscar el trabajo, ir a la empresa, presentar al candidato, hacerle un seguimiento... Y si se queda sin empleo, tiene un centro al que volver.
Con este modelo, Down Burgos ha conseguido elevar al 36% la ocupación, cuando en España se sitúa en el 5%. Sin embargo, Mayoral afirma que «falta una apuesta importante desde la administración por este empleo, que es mázs barato que una plaza en el centro ocupacional». Reciben algo de ayuda, pero es insuficiente. Y algunas administraciones, como el Ayuntamiento o la Diputación, están directamente implicadas, ofreciendo puestos de trabajo específico, como el de Eva.
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