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Elsa Ibeas
Viernes, 5 de julio 2019, 14:29
Nostálgicos y emocionados. Así han llegado esta mañana de viernes al Ayuntamiento de Burgos los siete emigrantes que participan en la Operación Añoranza de este año. A pesar de tener una apretada agenda, irán recorriendo los lugares que hacía décadas que no pisaban y con ... la sensación de llevar a Burgos «en la sangre».
Con todo el foco de atención sobre ellos, el alcalde y la Corte Real de los Sampedros les han recibido en el Salón de Plenos. Además, Daniel de la Rosa ha anunciado que trabajarán en un nuevo proyecto para el año que viene en el que incorporará nuevas características a la operación que tanto conmueve a estos emigrantes. Y al terminar su discurso, les ha invitado a participar en el ambiente festivo que inunda la ciudad estos días.
Regalos, palabras de agradecimiento y amplias sonrisas han sido las respuestas hacia el alcalde de los participantes en la operación. Han asegurado que guardan un recuerdo maravilloso de la ciudad y otros pueblos de la provincia. Y sobre todo, que aunque no se conozcan entre ellos, compartir raíces les une de una forma muy especial. Ellos, como tarea personal, se han encargado de transmitir a sus hijos ese sentimiento de amor por su tierra.
Así lo ha hecho Juan Enrique Alarcia, hijo de un burgalés, que lleva toda la vida en Mar de Plata, Buenos Aires. Entre lágrimas de emoción contaba cómo su padre le relataba anécdotas de su vida en Valmala, un pueblo pequeño de la provincia. Este argentino ya ha visitado en anteriores ocasiones España y puede que, en un futuro, su hogar vuelva a estar en España, ya que sus hijas posiblemente se trasladen a vivir aquí. «La emoción me supera», contaba al pensar que su vida podía volver a estar aquí, ya que eso le permitiría poder visitar en muchas más ocasiones a sus primos burgaleses.
No es el caso de Fortunato Aguilera y su hermano Jorge Alberto. Fortunato y toda su familia se mudaron a Mar de Plata cuando él tenía solo siete años. Y aunque se encuentra metido de lleno en la Comisión de Castilla y León que existe en Argentina, no regresaría a España si tuviera la ocasión. «Toda mi familia se encuentra allá» insistía. Pero asegura que seguirá colaborando y promoviendo los encuentros entre los dos países. Aunque confesaba que hacía 20 años que no visitaba España, a veces echa de menos Peñalba de Castro, el pueblo en el que nació y del cual guarda muy bonitos recuerdos, sobre todo, del huerto que había en lo que ahora conocemos principalmente como Clunia.
Respecto al programa intenso que les espera, podemos decir que tienen un gran número de visitas a edificios religiosos que componen nuestra ciudad, como son la Catedral, la Cartuja de Miraflores o las Huelgas, entre otros. Además, tendrán la oportunidad de cantar el Himno a Burgos junto con la Coral de Burgos y la Banda Ciudad de Burgos, mañana sábado en la Plaza del Rey San Fernando. Y por último, el domingo, celebrarán su día, el Burgalés Ausente, en Fuentes Blancas, donde se les concederá un espacio especial.
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