«Siempre habíamos querido vivir las fiestas desde dentro de la corte»

Desde el pasado mes de abril, Burgos cuenta con nueva corte real.Janire Hortelano, de 24 años, graduada en Turismo y de la peña Aramburu Boscos, e Irene Antón, de nueve años, estudiante de cuarto de primaria y miembro de peña Antonio José desde que nació, harán las veces de Reinas en los Sampedros de este año. La buena relación entre ellas es evidente; Janire reconoce que las mayores cuidan de las reinas y damas infantiles como si se trataran de hermanas pequeñas para ellas. Los ajetreados días previos al comienzo de los Sampedros les están sirviendo como entrenamiento para todas las actividades que les esperan. Echando la vista atrás, ambas reconocen que no pensaban salir elegidas para ser representantes de la ciudad de Burgos, pero que recibieron el título con muchísima ilusión, ya que siempre habían tenido la curiosidad de vivir los Sampedros desde ese lado.

Al ser preguntadas por lo necesario para estar en la corte lo tienen claro, ser amables con las personas. Janire añade que se necesita saber estar, tener aguante en los actos y soportar el traje que a veces se hace pesado -para que se hagan a la idea, solo para vestir y peinar a la corte al completo se tarda cinco horas en total-. Pero sobre todo, «conocer la cultura de Burgos para aprender a quererla y así representarla mejor».

Ahora mismo, a un par días de comenzar los Sampedros, las jóvenes se sienten «muy bien» y felices porque con sus damas se ríen mucho y se sienten con ellas como en familia. Aunque Janire, más consciente de lo que conlleva el título, está «nerviosa». «Hay cosas que se me escapan y soy muy organizada, estos últimos días vivimos entre la incertidumbre y el aprendizaje aunque estoy muy muy contenta», asegura. Además, sabe que se trata de unos Sampedros diferentes a los que esta acostumbrada a vivir. «Me tocará vivirlos más de día, aunque al final de los Sampedros, cuando tengamos menos actos, podremos disfrutar más de la noche pero sino no pasa nada, hay muchos años», añade.

A pesar de la felicidad y la ilusión que se ve en sus caras, son conscientes de que no todo va a ser fácil y bonito. En la cruz de la moneda, Janire ha tenido bastante trabajo desde que fueron elegidas. Le ha tocado aprender a bailar la jota, momento de los Sampedros que es el que más le asusta. Pero se muestra optimista porque se lo ha tomado muy en serio. «Ensayamos hasta mientras nos peinan», asegura Janire entre risas. Diferente es la respuesta al preguntarles por el himno a Burgos, ya que se lo saben desde hace tiempo.

Por su parte, la más pequeña también se ha encontrado con algunos obstáculos en los últimos meses por culpa de las normas básicas de protocolo que deben seguir, en especial, las de la mesa. «Es muy díficil saber cómo colocar los cubiertos en cada ocasión», confiesa sin que Janire pueda reprimir la risa ante el comentario.

En la cara de la moneda, Irene tiene claro que lo que más ilusión le hará es hablar el día de su proclamación. Y es que la pequeña -que lleva muy bien aprendida la lección- ha desveleado que contará su historia hasta convertirse en Reina Infantil. Janire tiene menos ensayado el guión, pero sabe que entre sus buenos deseos para los burgaleses incluirá agradecimientos para su familia y amigos. Pero el acto que espera con ilusión es la Ofrenda Floral en la que, además de llevar las flores a Santa María la Mayor, harán un ofertorio.

Aunque aún no han empezado su reinado, ambas están seguras de que recordarán con cariño todas las cenas porque en la mesa es donde mejor se lo pasan.

Para finalizar, han hecho una petición a los burgaleses. «Que lo pasen muy bien durante estas fiestas y que disfruten mucho, pero con respeto, de forma cívica y que traigan a mucha gente de fuera para que conozcan estos Sampedros».

• Temas
• Burgos
• Sampedros