La concejala de Festejos, Blanca Carpintero, en el paseo del Espolón..ÁMC
Sampedros Burgos
«Tengo la obligación de que los burgaleses se reencuentren con la normalidad de forma segura»
Blanca Carpintero, concejala de Festejos ·
La edil socialista afronta unos Sampedros diferentes y no teme que la programación de estos días desemboque en un repunte de los casos: «Son actividades seguras»
Blanca Carpintero ha echado horas, muchas horas. Ella y todo su equipo de Festejos en el Ayuntamiento de Burgos. Les pasó en Navidad y ahora, para la programación alternativa de los Sampedros, ha vuelto a suceder. Cambios en las restricciones, desescaladas, nuevos aforos... La concejala de Festejos ha estado más pendiente del Bocyl que el propio Igea. Y todo para generar unas actividades y sacar a los burgaleses a la calle «con seguridad» y control. No será lo que se vivía hace dos años en Burgos, pero la ciudad tendrá pildoritas de normalidad. Eso sí, habrá que estar pendiente de la meteorología porque será todo al aire libro.
-¿Ha sido más complicado organizar estas fiestas por la pandemia?
-Sucede lo mismo que con la Navidad. Cuando organizas unas fiestas como las de San Pedro o una Navidad tradicional manejas escenarios estables. Puedes tener una cabalgata mejor o peor, o una ofrenda de flores mejor o peor, pero cuando nos movemos en escenarios tan cambiantes, tienes que trabajar sobre cuatro planes. Opción A, B, C y hasta opción D. Eso nos pasó con la Navidad y la cabalgata. Al final optamos por cabalgatas en los polideportivos. Ahora, con los Sampedros hemos optado por lo que sí se puede hacer. No se puede hablar de fiestas mayores, porque uno de los ingredientes es que la gente esté en la calle. No podemos tener concentraciones y la normativa sanitaria solo nos permite generar actividad en espacios aforados y controlables. El planteamiento es de una programación, pero no se puede hablar de fiestas. En cambio, sí que tenemos el otro ingrediente, que es una gran programación de ocio. Hemos ido readaptando propuestas que sí que consideramos posibles. No hablamos de fiestas, pero sí de una programación de ocio bastante interesante.
-En este tipo de entrevistas, un buen titular siempre era el de 'invito a los burgaleses a salir a la calle'...
-Este año el titular tiene que ser 'disfruta de estos días de ocio, de alegría, de conciertos, de encuentro... pero con responsabilidad'. Son propuestas controladas. Estamos cumpliendo con las normas sanitarias, con una oferta amplia. Además hay propuestas adaptadas a las circunstancias. Hablo de la tirada de fuegos artificiales de la noche del 28 de junio. Tradicionalmente teníamos tiradas en espacios que no eran los más adecuados, ni seguros. Ahora estamos generando un espectáculo de altísimo nivel. No estamos lanzando los fuegos en pleno centro, pero estamos acercando el espectáculo al público. Si tiramos una línea imaginaria en la avenida Cantabria creamos dos puntos de lanzamiento. Uno se hace desde la campa del Silo y el otro desde el cerro de San Isidro. Además, habrá perímetros de seguridad con refuerzo de Policía Local y Protección Civil, sobre todo, en zonas donde presumimos que se puedan acercar los burgaleses.
-¿Y cómo van a ser esos dispositivos de seguridad?
-Tienen sus planes de emergencias específicos. Pero, además, tiene un plan de contingencia covid. El refuerzo va a consistir en tener a 20 agentes en cada punto de lanzamiento, controlando la normativa covid. A ese dispositivo, habría que sumar los voluntarios de Protección Civil.
«No se puede hablar de fiestas mayores porque el ingrediente de estar en la calle no lo tenemos»
-Ahora, a confiar en que no llueva esos días...
-Esperemos que no, porque todos los espectáculos que se hacen son en exteriores. Pero eso se escapa a lo que podamos controlar.
-¿La concejala de Festejos disfruta de las actividades?
-No se disfruta de la misma manera. Hace cuatro o cinco años vivía las fiestas de otra manera. Ahora sigo disfrutando, y viéndolas con ilusión por si la gente responde, les gusta las actividades, si después de un año como este somos capaces de recuperar normalidad... Lo veo con responsabilidad, porque lleva muchas horas y mucho trabajo.
«Toda actividad que no sea controlable no puede llevar a ningún tipo de duda»
-59 espectáculos entre toda la programación, ¿con qué actividad se queda?
-Tengo especial interés en el concierto de Antonio Orozco. Dentro de la tradición de unas fiestas que no vamos a poder tener, sigo estando enamorada de un acto que es la ofrenda de flores. Es muy sentido, emocionante... Es una programación para todos los gustos. Espero acudir a las mañanas de humor y los que tenemos niños pequeños no podemos faltar a Mero el Jardinero y esos espectáculos planteados.
-¿Echa en falta algo en esta programación?
-Para hablar de unas fiestas nos faltan los actos de calle y los que tradicionalmente están vinculados a los que dan color: los de las peñas, que haciendo gala de un compromiso admirable han optado por no participar. Unas fiestas, sin determinadas actividades, no tienen mucho sentido. Echo en falta el colorido de las peñas, el pregón, la elección de la corte mayor, la interpretación del himno... Quitando eso, tenemos todo lo demás.
-¿Le quita el sueño que haya un repunte después de esta programación?
-Cumpliendo con las normas, nuestra obligación es hacer la programación. Tengo la obligación de que la gente pueda reencontrarse con esa normalidad de una forma segura. Durante este tiempo, el IMC ha ido apostando por una cultura segura. Todos podemos tener temor, pero no con una programación garantista con la situación que vivimos.
-¿Cómo es posible que no se haya podido celebrar el Curpillos y dos semanas después se organicen 59 espectáculos?
-Insisto. No hay fiestas de San Pedro. Aquí hablamos de compartir música, cultura, teatro, humor, folclore y talleres para niños. No podemos comparar la fiesta del Curpillos, con ese sentido de romería y aglomeración, con lo que se va a organizar para estas fechas. El concepto de fiesta es gente en la calle o en El Parral. No puedo garantizar desde el punto de vista de la seguridad una romería en el parral, pero sí que puedo garantizar la seguridad de tener a 600 personas en el Palacio de la Isla viendo un espectáculo o 2.500 en El Plantío.
-¿Cierres como el del Parral en el Curpillos son decisiones difíciles?
-Son difíciles por la lástima que me dan. Son fechas que se esperan durante todo el año y llevamos dos años sin celebrarlo. Dudas, ninguna. Todo lo que no sea controlable no puede llevar a ningún tipo de duda.
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