Borrar
Las diez noticias imprescindibles de Burgos este lunes 20 de enero
Ismael Martín frente a la Catedral de Burgos. Ricardo Ordóñez

El niño que quería ser torero cumplirá su sueño en Burgos

Ismael Martín ofrece un reportaje en exclusiva a Burgosconecta a escasos días de convertirse en matador de toros y ser el primer torero de a pie en hacerlo en El Coliseum

Lidia Sierra Ausín

Burgos

Viernes, 14 de junio 2024, 07:45

Ismael Martín, el niño que soñaba con ser torero, cumplirá su deseo el próximo 29 de junio en la plaza de toros de Burgos. Con casi 21 años, este salmantino, nacido en Zurich en agosto de 2003, y vinculado estrechamente a la localidad charra de Cantalpino, «que siente como su pueblo de nacimiento», protagonizará en El Coliseum la primera alternativa de un torero a pie en el remozado coso. Lo hará con toros del burgalés Antonio Bañuelos, y en un cartel en el que le acompañarán figuras como El Fandi y Manuel Escribano.

Apenas faltan unos días para que llegue la gran cita e Ismael quiere abrirse a los burgaleses que le verán nacer como torero en la primera corrida de toros de la Feria de San Pedro y San Pablo 2024. Desde el pueblo que le vio crecer, y del que es oriunda su familia paterna, y que ya resuena en muchas bocas acompañando al nombre de este novillero, Ismael recibe al equipo de Burgosconecta para conocer un poco más el trabajo «del niño que soñaba con ser torero».

Precisamente, en el año 2011, Martín ya copó espacio en la prensa- con apenas 11 años- cuando protagonizó junto a su madre un reportaje para El Norte de Castilla. La decana cabecera regional fijó sus ojos en «la jovencísima promesa del toreo salmantino» con un amplio reportaje a un niño «llamado Ismael Martín Mora, que desde los nueve años era alumno de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca».

Desde los nueve años

Su pasión por el mundo del toro, sus dotes y cualidades, además de un incansable y fuerte empeño, lo convertirían pronto en una promesa en el entorno taurino salmantino. Sin embargo, el camino no ha estado exento de luchas y sacrificios. Uno de los mayores, realizado por su progenitor, Joaquín Martín, que durante muchos años permaneció en Suiza «trabajando y trabajando» para que su hijo pudiera cumplir el sueño de convertirse en matador de toros. A él y a su madre, Mari Sol, nunca podrá devolverles «tantos y tantos desvelos».

«A ellos sin duda les debo todo. Han hecho lo imposible por mí y siempre estaré en deuda con ellos», reflexiona Ismael para quien sus padres y su hermana son «un pilar imprescindible» en su carrera. «Ahora vemos Burgos cerca pero han sido años de mucho, pero que mucho, trabajo con momentos dulces y otros menos dulces», reflexiona.

En la retina quedan esas primeras becerradas, miles de entrenamientos, cambios, comienzos, algún que otro tropiezo, los primeros triunfos, la llegada de las primeras puertas grandes, tardes gloriosas como la del pasado septiembre en La Glorieta, y otras un poco más deslucidas, que también son parte del viaje de cualquier figura del toreo. Todo le ha marcado y le ha forjado, afirma.

En este camino, Ismael nunca ha estado solo. Se ha rodeado de expertos y profesionales taurinos como su amigo y compañero de cuadrilla, Isidoro de Prado, también paisano de Cantalpino, y «pieza fundamental» en la trayectoria de Martín. «Isi ha sido y es consejero, amigo, una pieza fundamental», subraya el novillero, que en Burgos estará más que arropado por todo su pueblo en una tarde tan especial.

«Dicen que igual se trasladan a verme hasta dos autobuses del pueblo y de Salamanca y no puedo más que dar las gracias a todos por tan tremendo apoyo», apostilla. Y es que el de Cantalpino es un «chico muy querido» entre los cerca de 900 vecinos de la villa salmantina situada a escasos 20 kilómetros de Salamanca. Por ello, no es de extrañar que en los últimos años, muchos de sus paisanos le hayan seguido por algunas de las plazas más importantes más importantes por las que Isma ha pasado como Las Ventas, La Glorieta, La Maestranza y Valencia, entre otras.

«Yo salgo a la plaza y sé que tengo su apoyo, y eso es más que reconfortante», agradece el salmantino.

Un sueño llamado Burgos

Cuando suene el paseillo en El Coliseum y de comienzo la primera de la Feria en el día grande de las fiestas mayores de Burgos, Martín sentirá una «emoción indescriptible» y podrá ser partícipe junto al resto de almas y aficionados del emocionante canto del Himno a Burgos que, cada 29 de junio, elogia a la histórica Caput Castellae y pone los pelos de punta a quien lo entona y escucha.

De segunda, la plaza de toros de Burgos tiene una afición de primera y, «muy animada», como reconocen Ismael y su subalterno durante la entrevista. «Sabemos que Burgos quiere guerra y se la vamos a dar», comentan ambos, conocedores de la «enorme afición que existe entre las peñas de la ciudad».

Pese a que en la tradición figura que el doctorado ha de vestir un traje de luces blanco y oro, el de Cantalpino innovará «con un traje diferente» para una tarde que ansía «triunfal». No faltarán sus tradicionales tercios de banderillas, en los que Martín destaca e intentará igualar a su padrino 'El Fandi', ni un torero de muleta que emula al de los clásicos del toreo, además de una suerte suprema, en cuya ejecución, suele salir más que acertado.

Primera alternativa en el Coliseum

Martín tiene muchas ganas de dejar el mejor sabor de boca en Burgos. Tal y como marca el calendario de las alternativas de matadores de toros, y pese a aparecer tercero en el cartel, Ismael saldrá al ruedo en primer lugar siguiendo el protocolo que marca el ceremonial de una alternativa.

Una vez concluya el tercio de banderillas, se producirá el ansiado momento. Y será el espada más antiguo, en este caso, el Fandi, quien actúe como padrino de Martín, estando el sevillano Manuel Escribano de testigo. El de Granada se colocará frente a su ahijado para pasarle 'los trastos' al nuevo matador de toros. Un emotivo momento que convertirá a Ismael Martín en el primer matador de toros en recibir la alternativa como torero a pie en El Coliseum.

Pasará a formar parte de la historia de la tauromaquia burgalesa, como ya lo hicieran antes el maestro Ángel Teruel (1967), José Cubero 'El Yiyo' (1981), Miguel Sánchez Cubero (1986), El Umbreteño (1994), Morante de la Puebla (1997), Víctor De la Serna (2000), Antonio Barea (2001), Juan De la Reina (2002) y Roberto Martín 'Jarocho' (2003), además del rejoneador Adrián Venegas (2023).

Tras cortar una oreja durante esta temporada plazas tan imponentes como Las Ventas y otra en Valencia, y con importantes triunfos este 2024 en destacados paseíllos en Valdemorillo (Madrid), Ciudad Rodrigo y Ledesma, Martín ya cuenta las horas para realizar el viaje más importante de su carrera profesional.

¡Suerte, y al toro! ¡Nos vemos en Burgos!

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta El niño que quería ser torero cumplirá su sueño en Burgos