«Mala ubicación y espacio sin acondicionar», los feriantes se quejan de unos Sampedros «flojos»

Estos Sampedros de 2023 la feria ha vuelto a este lugar en el polígono de Villalonquéjar. El Ayuntamiento ya ha advertido que seguirá aquí varios años hasta que se construya el nuevo recinto ferial que, además, también estará cerca de este lugar. Si el año pasado se quejaban los barraqueros de lo que se habían reducido los ingresos por esta ubicación, a las afueras de la ciudad, este año la queja se repite. «El año pasado vino gente por la novedad, por ver si funcionaba aquí la feria, pero este año es que se ha notado que ha venido mucha menos gente. Es que se nos quejan a nosotros», aseguraba una mujer que esperaba vender las entradas para su atracción.

Otras compañeras de un puesto de dulces y encurtidos lo confirmaban y explicaban que no solo es la ubicación. «La gente no tiene espacio para aparcar el coche o lo tienen que dejar lejos, pero es que nos prometieron que iban a poner autobuses urbanos que llegaran también a la rotonda del Dinosaurio y no lo han hecho», lamentaba esta mujer. Otra de las promesas incumplidas se refiere al tema de los contenedores, «si abrimos el viernes 23 de junio, hasta el miércoles siguiente no trajeron papeleras ni contenedores. También nos dijeron que pasaría un camión regando el camino de tierra y no lo han hecho», aseguran los feriantes.

Y es que este lugar era de hierba, pero en el 2022 se eliminó el césped para echar la gravilla donde se instalan los puestos. Esta es una zona ventosa, si ya la ciudad de Burgos es ventosa de por sí. «Ha habido noches de viento que hemos cerrado antes de las 12 de la noche, por el viento y el polvo que se levantaba. Eso nunca nos había pasado en Burgos, podíamos estar abiertos hasta las 3 algún día y menos en el día de San Pedro como ha pasado este año», añaden.

La ubicación, a las afueras de la ciudad; el difícil acceso, para llegar andando no hay acera, se corta un sentido de la carretera para permitir el paso; la ausencia de bancos para descansar o el terreno de tierra, que dificulta el paseo con carros de niños o sillas de ruedas, son algunas de las quejas que añaden los feriantes para explicar su malestar.

Y es que así lo reconocen, no están cómodos aquí, «incluso preferimos La Milanera a esto», matizan. Se trata de negocios familiares que no faltan desde hace muchos años a los Sampedros y lamentan que «la tasa que pagamos al Ayuntamiento no baja, pero lo que nosotros ingresamos sí, pero nada, parece que no nos escuchan».

A las barracas les quedan dos días. Este domingo 2 de julio y el lunes 3. Este lunes es, además, el Día del Niño, las atracciones están al 50 % de su precio.