Las bodas de plata de un genio del toreo

El padrino de su alternativa fue el torero colombiano César Rincón y como testigo actuó el sevillano Fernando Cepeda. Aquellos primeros toros como matador pertenecían a la ganadería de Juan Pedro Domecq. Morante toma su apodo de su tierra natal, la localidad sevillana de Puebla del Río,

En las crónicas de entonces, un joven Morante que todavía no había alcanzado la mayoría de edad, consideraba que «como novillero estaba ya todo hecho», y que pasados cuatro años desde su debut era hora de doctorarse en el albero. «Quiero ser torero desde que nací», defendía poco antes de lanzarse al coso taurino, seguro de la decisión que había tomado. Novillero desde los 14 años, había dejado los estudios al terminar la entonces Educación General Básica (EGB), no había pisado una escuela de tauromaquia y tampoco contaba con antecedentes toreros en la familia.

Sobre cómo escogió Burgos para la toma de la alternativa. La respuesta está en que la primera opción, Sevilla, no fraguó al no llegarse a un acuerdo con la empresa. Tras ello, optaron por dejar pasar las ferias de Sevilla y de San Isidro y programaron el momento idóneo en Burgos. Pesaron dos factores fundamentales, primero que la feria caía en buenas fechas y, segundo, la categoría de los toros. Así, Morante de la Puebla, podía aprovechar ya como matador de toros, julio y agosto, los dos meses de mayor actividad taurina.

25 años después de aquel momento, el torero vuelve a Burgos, al mismo escenario, aunque ahora reformado, modernizado y convertido en una instalación multiusos 'Coliseum'. Estará dos tardes en el Alberto burgalés. Una de ellas el día grande, en el que se cumple la efeméride de sus bodas de plata como matador de toros. El día de San Pedro, el miércoles 29 de junio a las 18:30 horas. Compartirá cartel con los diestros Diego Urdiales y Juan Ortega y se enfrentará a toros de la ganadería El Torero. Previamente, en la tarde del martes 27 de junio lidiará toros del burgalés Antonio Bañuelos junto a El Cordobés y Cayetano.

Aquel joven de 17 años vuelve 25 años después al lugar donde todo empezó. En el que se convirtió en torero y comenzó una trayectoria que le ha erigido como unas mayores figuras del toreo, y un personaje de una extremada singularidad. Triunfa vestido de luces con su toreo artístico, mientras sorprende fuera de las plazas con su imagen bohemia y se declara firmemente defensor de la tradición y el pasado.

Es un torero controvertido dada su inconstancia en los ruedos, algo intrínseco en los llamados toreros de arte, actitud que provoca a la vez broncas y despierta pasiones. Considerado insuperable en el empleo del capote y la ejecución de la verónica, es un torero completo en el manejo del capote, domina el tercio de banderillas y es un fiel ejecutor de la lidia con la muleta al estilo de Sevilla. Sin embargo, tiene su punto débil en la suerte suprema, la cual le ha privado de números trofeos