Antonio Bañuelos: «El oficio de ganadero es una forma de vida»

–¿Qué característica como ganadero le han forjado como persona?

–El oficio de ganadero de bravo es una forma de vida, es una pasión en la que tienes que llevar en la cabeza una ganadería. Es un trabajo con un alto grado ingrato y que te hace prevalecer ante las dificultades, ante las malas situaciones que vienen y ante los días malos. Te superas y aprendes a asimilar el éxito con la misma naturalidad y profundidad que tienes que asimilar el día del no éxito o fracaso.

–¿Cuál es la embestida que más se ha acercado al culmen?

-Han sido bastantes los toros que hemos lidiado y que han tenido un comportamiento con el patrón de selección que se había realizado a través de los tentaderos. Un 100% ha sido gracias a las hechuras que se seleccionan con las madres y los sementales. Prevalece la humillación en la muleta hasta el último trazo, andando con las manos muy bajas y con el cuello descolgado. Completando la suerte de varas con un embroque, empujando con los riñones, acompañado de la cara baja y fija. Posteriormente con transmisión.

Esta calidad debe completarse con el alargamiento de la embestida, más allá de lo que es el vuelo de la muleta, el citarlo de largo y el venir con un cierto galope con un ritmo de un buen tranco. Todo ese conjunto suma un total de 22 comportamientos de selección. Y hemos tenido la oportunidad de presenciarlo en varios toros.

–¿El día de mayor éxito?

–Recuerdo en las Ventas, en el año 2016, una corrida de toros excepcional que le dieron todos los premios. A la mejor corrida del año y también el mejor toro. A lo largo de la historia de la ganadería, no quiero hablar de toros indultados, ya que hablan por sí solos con su completo comportamiento de bravura. Pero si que quiero recordar toros muy buenos que se han liado en Santander y Burgos, gracias a nuestra regularidad que se busca en el laboratorio que son los tentaderos.

–Cuenta con seis indultos y el primer toro indultado en Burgos

–Gamarro, número 2; lidiado en Burgos por Enrique Ponce en 1999. Retalero, número 36; lidiado en Bóveda de Toro por Jesús de Almería en 2003. Zurcido, 2006, Número 36; lidiado en Medina de Pomar por Sánchez Vara. Desafiador, número 56; lidiado en Torralba de Calatrava por Finito de Córdoba en 2008. Burebano, número 22; liado en Saint Paul de Dax por El Adoureño en 2014. Pocogenio, número 43; lidiado en Roa de Duero por Morenito de Aranda en 2022.

Puedes consultar aquí el programa completo de las Fiestas de Burgos.