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Solo avanzan que la feria de tapas para las Fiestas de San Pedro y San Pablo no tiene por qué seguir «necesariamente» el modelo de casetas al que estamos acostumbrados. También garantizan qué habrá una oferta gastronómica a la altura de lo que se merece ... Burgos, pero tiene que ser económicamente rentable para los hosteleros pues salir a la calle tiene un coste añadido al negocio cotidiano.
La concejala de Festejos, Blanca Carpintero, y el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería de Burgos, Fernando de la Varga, han mantenido ya varios encuentros para definir cuál será la propuesta gastronómica con la que acompañar a los Sampedros de 2022. Son las fiestas del «reencuentro» y llegarán con algunas novedades, con cambios en el modelo, que también afectará a la tradicional feria de tapas.
Carpintero afirma que están «trabajando en una alternativa, que no tiene que pasar »necesariamente« por la feria de años anteriores. »Oferta gastronómica va a a haber«, insite, pero »no serán las casetas que estamos acostumbrados a ver«. La concejala afirma que hay varias opciones sobre la mesa, que se están estudiando, porque »Burgos bien merece una propuesta gastronómica« en sus fiestas mayores.
Desde la federación de hostelería, De la Varga apunta que tienen prevista una reunión esta semana para ir perfilando la propuesta. Lo primero ha sido definir el modelo de fiestas por parte del Ayuntamiento, matiza, pues se han incluido cambios como la renovación de los escenarios para los conciertos, que afectan a la feria. Ahora, toca trabajar en una «alternativa hostelera».
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Aythami Pérez Miguel
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La clave es que el modelo que se escoja sea viable económicamente para los hosteleros, pues solo salir a la calle viene a costar 4.000 euros (sin contar con el refuerzo de personal). Así que De la Varga ya ha hablado de las alternativas con los hosteleros y, en diez o quince días, debería estar concretada la propuesta gastronómica, pues tienen que tener tiempo para organizarla.
El presidente de los hosteleros burgaleses recuerda que al modelo de la feria de tapas «había que darle un giro», y antes de la pandemia ya se había empezado a trabajar en ello, con las exitosas gastronetas. Los hosteleros, tras la polémica de 2018, habían abandonado las fórmulas menos rentables y avanzando en lo más innovador. Ahora, se diseñará una nueva 'feria de tapas' para Burgos.
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