Las diez noticias imprescindibles de Burgos este domingo 2 de febrero
Almudena Arreba, César Delgado y Cristina Ibáñez son los presidentes de Comuneros, Blusas La Inmaculada y El Crucero. PCR
Sampedros Burgos

Agridulces Sampedros para las peñas de Burgos, que resurgirán con fuerza en 2022

Las 'no fiestas' arrancan este viernes con una programación mínima, cultural y musical, en la que se echará de menos el toque de color y alegría de la masa peñista

Viernes, 25 de junio 2021, 08:10

Con nervios a flor de piel, alegría e ilusión vivirían los peñistas de Burgos este viernes 25 de junio si la pandemia de la covid-19 no nos hubiera hurtado, por segundo año consecutivo, las Fiestas de San Pedro y San Pablo. Estaríamos dando el ... pistoletazo de salida a una semana de diversión, la más importante para las peñas, que a duras penas se habrían recuperado de la intensidad de la celebración del Curpillos, el arranque simbólico de las fiestas mayores en la capital.

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No ha sido posible. Pese a haber mejorado la situación epidemiológica, gracias a la vacunación, no es posible recuperar la normalidad festiva. Y los peñistas hacen tiempo que se concienciaron de que este año tampoco iban a poder disfrutar de las grandes celebraciones. «La gente tiene ganas de ponerse el traje y disfrutar», asegura Cristina Ibáñez, la presidenta de la Peña El Crucero, pero «ya piensan en 2022». Estos dos años se viven con «años de transición, sin fiestas», para «resurgir con fuerza y darlo todo» en los próximos Sampedros.

Eso sí, aunque lo han asumido, no quiere decir que sea fácil. Almudena Arreba, presidenta de la Peña Comuneros, reconoce que viven con tristeza estos días. Las 'no fiestas' se reciben con un sentimiento «agridulce» porque «no va a ser la fiesta de peña». Las peñas están invitadas, aunque con una delegación mínima de 6 personas, a la ofrenda que se celebrará el domingo. Será entonces cuando algunos desempolven la blusa y el pañuelo, pero la mayoría los dejará a buen recaudo para el próximo año, porque sin fiestas y sin peña, vestirse de peñista se hace raro.

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«Cuando te pones el traje quieres salir de verdad», asegura Almudena. «El traje te invita a la música y a estar con más gente de tu color», así que no le extrañaría nada que cuando el domingo se vean vestidos de peña, alguno se sienta hasta «raro». Sin embargo, en la Peña Blusas La Inmaculada esa sensación la tienen superada. Y es que ellos fueron algunos de los que, el pasado año, se animaron a vestirse de peña para ir a tomar el aperitivo el 29 de junio. Y este año intentarán volver a hacerlo, eso sí, en grupo reducidos y cumpliendo con las medidas de seguridad.

César Delgado, el presidente de la peña, reconoce que la situación «se lleva mal». La semana de los Sampedros «se espera con muchas ganas», no solo por la fiesta sino por ver a la gente. En La Inmaculada son una peña pequeña, de un centenar de socios, así que es más fácil mantener el contacto. Pero nada es como la vida de la peña en fiestas. «Se echa de menos todo», asegura, «no podemos concebir los Sampedros sin ninguno de sus actos», ya sea la proclamación, el pregón, el lanzamiento de la bota, la cabalgata, la ofrenda floral o la bajada diaria de los toros.

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Vida de peña

Y esa que durante la semana de fiestas, los peñistas cambian a su familia y amigos por la familia de la peña (eso, en el que caso de que no sean la misma). «Cuando mantienes las relaciones de verdad es en los Sampedros», firma Almudena, que en Comuneros cuentan con unos 130 socios. «Los Sampedros son muy intensos. Los peñistas pasamos todo el día juntos y, la mayor parte de las peñas incluso solemos comer juntos, para que no se rompa. Es una convivencia muy estrecha». De ahí que, tras dos años sin fiestas, se sientan un poco melancólicos.

La pandemia ha impedido también la celebración de otro tipo de actos, de reuniones. De hecho, hasta hace una semana no se podían ni abrir las peñas. Ahora ya sí. Las redes sociales han sido el canal utilizado por las peñas para mantener el espíritu peñista durante la crisis sanitaria, aunque Almudena reconoce que «la vida en la peña está muy frenada» y eso se ha notado en la incorporación de peñistas, que también se han frenado. Aunque no en todas las peñas. Cristina comenta que, el pasado año, ya en plena pandemia, sumaron seis socios. Eso sí, su preocupación ha estado en mantener a los socios actuales, que en el caso de El Crucero son alrededor de 170.

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Para ello, Cristina ha optado por reducir a la mitad las cuotas, este y el pasado año. Que no haya actividad de fiesta no quiere decir que no haya gastos (locales y seguros hay que seguir pagando». Y los peñistas han respondido muy bien, algo que Cristina les agradece. «Ha quedado demostrada la unión entre los socios y la peña porque han respondido a nuestro llamamiento. Y soy socio del Crucero y aquí me quedo», es el mensaje que le han lanzado. Y que en 2022 van a darlo todo, porque están deseando celebrar El Parral y volver a juntarse en fiestas.

«Que no se pierda el sentimiento de peñas porque en las fiestas de Burgos lo que da la vida son las peñas», asegura Cristina, quien anima a todo aquel que tenga mono de blusa y pañuelo a ponérselo estos días, «con total libertad». Desde Blusas La Inmaculada, César confía en que este sea el último año sin fiestas y, además, está deseando que llegue el 2022 porque la peña tiene pendiente la celebración de su 35 aniversario, que se cumplió el año pasado.

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En su caso, César ha estado manteniendo el espíritu peñista con quedadas puntuales, contacto constante con los socios y el WhatsApp. En el grupo de la peña se ha estado felicitando a cada peñista en su día de cumpleaños. Cuando se ha podido, ha habido algún encuentro, en grupos muy reducidos, y César ha estado pendiente de los más mayores. Y es que en las peñas de Burgos hay cabida para todo el mundo, de los socios más pequeños (de un año) hasta los más mayores (que superan los 80).

Almudena Arreba destaca la experiencia que supone formar parte de una peña. «Es una forma muy buena de conocer gente porque convives mucho» y, para los niños, es una experiencia muy positiva. Y si no solo eres peñista, sino también la presidenta, la experiencia es mucho más intensa. Por eso, en la Peña Comuneros confían en que 2022 les devuelva la alegría. Almudena reconoce que, hace un año, no se imaginaban que nos volveríamos a quedar sin Sampedros. «Lo esperábamos diferente», pero hay que cuidarse y cuidar, porque lo importante es que todos podamos celebrar las fiestas mayores de Burgos cuando vuelva, de verdad, la normalidad a nuestras vidas.

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