Vox rompe en consenso del 25-N ante las críticas de las organizaciones feministas

Gabriel de la Iglesia

Burgos

Lunes, 25 de noviembre 2019, 14:27

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La llegada de Vox a las instituciones ha destrozado algunos de los consensos políticos y sociales alcanzados en las últimas décadas, incluidos los referentes a la lucha contra la violencia de género. Y es que, según la agrupación municipal de Vox, «la violencia no tiene adjetivos».

En este sentido, desde la formación se ha cuestionado hoy, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia de Género, algunos de los principales planteamientos sobre la materia, condenando «todo tipo de violencia, independientemente de la nacionalidad, sexo, raza o cualquier otra condición social o cultural de la víctima» y criticando la colaboración institucional con asociaciones feministas.

Paralelamente, desde Vox se exige la supresión de la Ley de Violencia de Género, una norma que, a su juicio, «atenta contra el principio de presunción de inocencia» y que «ha demostrado ser un fracaso», ya que «los asesinatos no han bajado».

Sin embargo, dicha afirmación no es cierta, tal y como demuestran los datos oficiales. Y es que, a pesar del repunte registrado este año, con 52 víctimas mortales, incluida la registrada esta misma madrugada en Canarias, desde que en 2003 se aprobara la ley se ha observado una sensible reducción en la tendencia general, que ha pasado de contar con picos de hasta 70 asesinatos al año a datos por debajo del medio centenar en los últimos años.

Y eso es precisamente lo que se quiere poner en valor desde las asociaciones feministas, que se muestran «preocupadas» por este tipo de mensajes. «No podemos retroceder a épocas pasadas» y «disfrazar una vez más una realidad que ha costado muchos años visibilziar», asegura Laura Pérez, de la asocaición La Rueda. A su juicio, «existen muchos tipos de violencia, pero la violencia machista es una violencia específica, que se ejerce por una situación de sumisión y poder» y que, por lo tanto, exige de un tratamiento específico.

«No podemos dar un paso atrás llamándolo violencia intrafamiliar o violencia a secas», ya que «hay algunos hombres, no todos, que se consideran superiores a las mujeres y por ello consideran que tiene derecho a decirles lo que tienen o no tienen que hacer, a controla,r a someter, humillar o, llegado un momento dado, agredir y asesinar», recuerda Pérez.