
Desde el mismo lugar en el que realizó las polémicas declaraciones sobre las víctimas del franquismo, en Radio Evolución, el expresidente de la IGP Morcilla de Burgos, Roberto da Silva, se ha disculpado públicamente este miércoles. Apenas unos días después de que sus palabras se viralizasen y provocasen que la IGP le cesara de su cargo, da Silva ha dado un paso al frente para pedir disculpas «de corazón».
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«Reconozco que me he equivocado en una serie de afirmaciones y he generado un dolor y lo más adecuado es pedir disculpas. Pido disculpas de corazón con el remordimiento de haberme equivocado, lo reconozco y no me canso de decirlo», así de directo ha lanzado su mensaje el empresario que ha tendido la mano también a la Coordinadora Provincial de la Recuperación de la Memoria Histórica de Burgos, que exigía días atrás una disculpa pública: «Me ofrezco a hablar con ellos directamente. Si quieren hablar conmigo yo lo hago, si tengo que generar un lazo de relación y decir vamos a perdonar todas las partes, yo estoy dispuesto».
Da Silva realizaba unas declaraciones que daban la vuelta a España a través de las redes sociales en las que manifestaba que las víctimas buscaban a sus seres queridos por «tener una pensión de 400 euros», algo que desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica desmintieron a las pocas horas: «Es completamente falso». La propia ARMH presentaba una denuncia ante la Fiscalía General del Estado por un delito de injurias.
Este miércoles ha reconocido: «No he contrastado los planteamientos de ciertas cosas, no voy a remover la conversación ni a relatar lo que he dicho, demasiado se ha expandido, hasta dilapidarme, me han llegado insultos de muchas clases. Lo asumo con responsabilidad, lo entiendo, hay gente que puede estar enfadada conmigo y les pido perdón».
Tras el revuelo generado por sus declaraciones, la IGP Morcilla de Burgos cesaba a Da Silva de su cargo de presidente, algo que el empresario también ha valorado este miércoles en la radio ya que considera un «linchamiento» la expulsión de un proyecto en el que, confiesa, ha «puesto mucho»
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«Nunca dejaré de defender lo que creo, he sabido templar y ser cauto pero asumo el castigo para que ellos se sientan satisfechos, pero eso no va a restituir el daño personal que me hacen a mí», ha sentenciado Da Silva en alusión a su expulsión de la IGP.
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