Los redactores del proyecto del Mercado Norte defienden la dimensión de su diseño

De esta manera, desde los estudios burgaleses AU.arquitectos y AJO Taller de Arquitectura aseguran que «el dimensionamiento del proyecto aprobado es consecuencia directa de los requerimientos del Pliego de Condiciones del Concurso de Proyectos que el Ayuntamiento convocó en 2018». Un concurso que se llevó a cabo cuando el alcalde de Burgos era Javier Lacalle. El concurso tenía un planteamiento ambicioso, «dado que no se trata solo de construir un nuevo edificio, sino de llevar a cabo una transformación urbanística completa de una zona neurálgica de la ciudad completamente degradada como la plaza de Hortelanos y todo su entorno, en la frontera del centro histórico. Es por tanto un proyecto de ciudad», afirman los autores del proyecto.

Esta afirmación, la de encontrarse ante un proyecto de ciudad, es uno de los principales argumento esgrimidos por Daniel de la Rosa para llevar a cabo la defensa a ultranza de la realización de esta obra. En ese concurso salió ganador por unanimidad el proyecto «La Plaza Cubierta», redactado por los estudios AU.arquitectos y AJO Taller de Arquitectura. «Desde entonces ha pasado mucho tiempo, debido a la complejidad derivada de una actuación urbanística completa como esta, que ha supuesto la redacción y tramitación de los siguientes documentos: el Estudio de Detalle que establece la nueva ordenación urbana, una intervención arqueológica previa, un Estudio Geotécnico del terreno, el Proyecto de Demolición del actual inmueble, el Proyecto Básico y el Proyecto de Ejecución del nuevo Mercado, el Proyecto de Urbanización de toda el área afectada y por último el Proyecto del Mercado Provisional que se está ahora ejecutando en la Plaza de España», explican en su escrito.

Como cabe esperar, las «circunstancias de financiación de una obra de esta envergadura son también complejas», por lo que corresponde a «la corporación municipal decidir el procedimiento más adecuado» para hacerlo. «Entendemos que una decisión tan trascendente para la ciudad debiera ser consecuencia de un análisis muy meditado, y que se debería entender no como el coste de construir un edificio, sino como una inversión de modernización de la ciudad. El presupuesto del nuevo edificio es de 17 millones de euros, con precios del momento de su redacción en agosto de 2021. Efectivamente, después de los incrementos de precios que ha sufrido el sector de la construcción tras la guerra de Ucrania, será preciso actualizar el presupuesto del proyecto, en una cuantía que habría que estudiar en su caso», continúan explicando.

El aumento sustancial del precio de los materiales sería uno de los motivos que obligaría a actualizar el presupuesto final de la obra, algo para lo que «hay herramientas legales para hacerlo», indicaba Daniel de la Rosa este mismo martes.

«Para compensar este incremento y facilitar la viabilidad del proyecto se podrían tomar algunas decisiones que nos atrevemos a sugerir. Una primera opción podría ser la modificación del proyecto para eliminar una planta de garaje de las dos inicialmente proyectadas, con una aplicación menos estricta de la normativa de aparcamientos, lo que supondría una reducción aproximada de 1,3 millones. Pero la decisión más determinante sería sin duda el aumento de los años 25 años de concesión hasta un plazo que haga viable la inversión y el posterior funcionamiento del equipamiento comercial», se aventuran a proponer los redactores del proyecto.

Además, «con el mejor ánimo de que este ilusionante proyecto para Burgos pueda ser una realidad», los estudios AU.arquitectos y AJO Taller de Arquitectura se ponen «a disposición de la corporación» si se estima que puedan colaborar en dicho objetivo.