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Una recogida de firmas para salvar más vida como la de Pablo. Ese es el objetivo con el que la familia del pequeño burgalés abrió hace tres semanas una recogida de firmas a través de la plataforma change.org para que nadie tenga que volver ... a vivir una situación similar a la suya. La petición, que ya ha acumulado miles de rúrbricas digitales, se dirige al Ministerio de Sanidad. En ella, Cristina Dúcar, madre de Pablo, cuenta aquel periplo que hace ahora más de un año tuvo en vilo la vida de su hijo durante catorce horas.
Un crítico empeoramiento de un simple catarro bastó para poner en jaque la vida del pequeño burgalés, que ingresó en la UCI Pediátrica del HUBU en una situación desesperada. Su única opción de salvar la vida pasaba por un sistema ECMO (sistema de oxigenación por membrana extracorpórea) extremadamente escaso en España y con el que no contaba el centro hospitalario burgalés.
En su caso, un grupo de sanitarios se organizó rápidamente para iniciar una odisea sin precedentes de más de 1.000 kilometros que acabó con especialistas del Hospital Regional Universitario de Málaga trasladando al pequeño en un peligroso pero salvador dezplazamiento al Hospital 12 de Octubre de Madrid para poder acceder a este sistema.
«Mi hijo de 2 años estuvo a punto de morir por un catarro que empeoró a gran velocidad. Los médicos nos dijeron que era cuestión de horas. Ahora mismo Pablo estaría muerto si hubiera dependido del actual protocolo de Sanidad. Su catarro derivó en bronquiolitis y más tarde en una atelectasia pulmonar. No os imagináis la angustia que viví esas catorce horas», comenta Cristina sobre aquel agónico hito que afortunadamente tuvo final feliz.
Según la Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos (SECIP), aproximadamente 200 niños necesitan el apoyo del sistema ECMO cada año en España, «pero debido a las limitaciones geográficas y logísticas actuales, muchos no tienen acceso oportuno a este tratamiento vital», subraya la madre de Pablo en la petición.
Por ellos, para que puedan tener la misma suerte que su hijo, Cristina ha recaudado ya más de 5.000 firmas en este reclamo que continúa recibiendo muestras de apoyo firmado cada día. «Si Pablo está vivo es gracias a un grupo de sanitarios que, voluntariamente, se organizaron en un grupo de Whatsapp. Se pagaron de su bolsillo el transporte para venir lo más rápido posible a Burgos», destaca Cristina sobre el «esfuerzo heróico y altruista en tiempo récord» que el equipo médico realizó para salvar la vida de su hijo.
«Otros niños no tienen esa suerte y fallecen en cuestión de horas. La vida de nuestros hijos no puede depender de actos así», critica para concienciar sobre la necesidad de más sistemas ECMO «en todas las comunidades» de España o la elaboración de «un protocolo de desplazamiento de urgencia de dichos equipos como el de los transplantes de órganos, que se activan en cuestión de minutos» para salvar a más niños como Pablo en los disitintos hospitales de España.
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