Punto y final a una Semana Santa pasada por agua en Burgos

Y es que, la borrasca Nelson ha golpeado de manera directa la provincia, sobre todo en los últimos cuatro días, en los que el viento, la lluvia e incluso la nieve han hecho acto de presencia.

Lo curioso es que la Semana Santa comenzó en Burgos bajo un sol radiante. Así, los actos iniciales del Sábado de Lázaro, el Viernes de Dolores, el Sábado de Pasión y el Domingo de Ramos se celebraron sin contratiempos y con una más que agradable temperatura.

La cosa, no obstante, se torció a partir del pasado Miércoles Santo. Esa jornada, el viento obligó a celebrar el Vía Crucis Penitencial en el interior de la parroquia de San Lesmes. Más tarde ese mismo día sí que salió a procesionar la Virgen del Amor Hermoso por el entorno de la parroquia de San Lorenzo, aunque lo hizo con retraso.

Más complicado aún fue el Jueves Santo. Y es que, un intenso aguacero obligó a suspender la procesión de El Encuentro, una de las más multitudinarias de la ciudad. En vez de salir al encuentro una de la otra, las tallas de Jesús con la Cruz a Cuestas y Nuestra Señora de los Dolores tuvieron que conformarse con el cariño de sus fieles en las parroquias de San Cosme y San Gil.

La meteorología no fue mucho más benigna el Viernes Santo. De hecho, la lluvia volvió a impedir la celebración normal del Desenclavo, que tuvo que llevarse a cabo en el interior de la Catedral a última hora de la mañana. Ya por la tarde, el cielo pareció dar una tregua y la mayor parte de las cofradías de la ciudad salieron a participar en la procesión del Santo Entierro, que comenzó con media hora de retraso respecto a las previsiones iniciales. Sin embargo, a medio camino, una tromba de agua obligó a replegar a toda velocidad los pasos y resguardarse en sus respectivas parroquias.

Ya el Sábado Santo sí que fue posible la celebración de la procesión de La Soledad, otra de las grandes citas de la Semana Santa de Burgos, aunque este año tampoco contó con indulto a un preso. Además, a lo largo de esa jornada también tuvieron que suspenderse tanto el Rosario Penitencial como la procesión de la Luz de Cristo, que se celebraron en el interior de las parroquias de Fátima y el Círculo Católico de Obreros, respectivamente.

El último mazazo para cofrades y fieles ha llegado esta misma mañana, cuando la previsión de lluvia ha obligado a las cofradías del Cristo Resucitado y de la Virgen de la Alegría a suspender la procesión del Anuncio Pascual, última cita de la Semana Santa en la ciudad.

En todo caso, la experiencia vivida este año no es exclusiva de Burgos, ni mucho menos. Y es que, el paso de la borrasca Nelson ha echado al traste centenares de procesiones y actos a lo largo y ancho del país.