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La puerta principal de la catedral de Burgos será desde este viernes y durante doce meses la Puerta Santa del Perdón, tras la ceremonia de apertura del Año Jubilar que el papa Francisco concedió con motivo de la conmemoración del VIII Centenario de la ... colocación de la primera piedra de la seo.
El Año Jubilar tuvo que retrasarse debido a la pandemia de la covid-19, ya que estaba previsto su comienzo el pasado 20 de julio, ahora coincide con la celebración del Día de la Iglesia Diocesana en todas las diócesis de España y con la despedida de Fidel Herráez, que deja de ser arzobispo de Burgos por jubilación, informa EFE.
La ceremonia, a la que han asistido los obispos de Santander, Manuel Sánchez; Osma-Soria, Abilio Pérez; Pamplona, Francisco Pérez; Palencia, Manuel Herrero; Vitoria, Juan Carlos Elizalde; y el obispo emérito de Jaén, Ramón del Hoyo; y los abades de los monasterios de Santo Domingo de Silos, Lorenzo Maté, y San Pedro de Cardeña, Roberto de la Iglesia, se ha visto marcada por las medidas para prevenir la expansión del coronavirus, que han obligado a limitar el número de asistentes.
También han acudido a la ceremonia el consejero de Presidencia de la Junta de Castilla y León, Ángel Ibáñez; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción; y el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, y el presidente de la Diputación provincial, César Rico.
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Pese a la apertura de todas las capillas de la Catedral y la colocación de varias pantallas, solo han podido seguir la ceremonia de forma presencial cuatrocientas personas, incluidos los oficiantes, el coro y la orquesta.
En la celebración también han estado representados los once arciprestazgos de la diócesis, que han acudido con algunas de las cruces procesionales más populares, a cuyos porteadores se les ha entregado simbólicamente la luz «para que viaje a cada uno de los territorios e ilumine sus celebraciones en torno a este Año Jubilar, visibilizando la diócesis como una misma comunidad de fieles», ha explicado Agustín Burgos, delegado diocesano de Liturgia.
También se ha modificado el inicio de la celebración religiosa, ya que la procesión pública que iba a preceder a este acto, desde el cercano monasterio de las Salesas, ha sido sustituida por un itinerario de algunos de los celebrantes desde la Capilla del Santo Cristo, «un gesto muy significativo en este momento», ha precisado Agustín Burgos, ya que se atribuye a la imagen su intervención milagrosa frente a la peste que asoló Burgos en 1405 y que acabó con la mitad de la población
Además, los cierres perimetrales en varias zonas de España han afectado a la presencia de algunas de las autoridades eclesiásticas que iban a sumarse a la celebración.
La parte musical de la eucaristía, cuya programación y ejecución también se ha visto sometida a restricciones por la pandemia, ha corrido a cargo de la Coral de Cámara Vadillos, en representación de la Federación Coral Burgalesa, y un grupo reducido de la Orquesta Sinfónica de Burgos (JOSBU), dirigido por Pedro Bartolomé Arce.
El canónigo José Inocencio Fernández, organista de la Catedral, ha compuesto para esta ocasión una antífona, titulada 'Yo soy la puerta', mientras en la eucaristía también sonará el himno del Año Jubilar, compuesto por el burgalés Pedro María de la Iglesia.
A los asistentes a la celebración de apertura del Año Santo, se les ha entregado una semilla de encina, con el deseo de que puedan plantarlas y puedan brotar por toda la provincia 800 árboles en recuerdo del octavo centenario de la Seo.
Ante la celebración del Año Jubilar, el administrador apostólico de la diócesis, Fidel Herráez, que también se ha despedido de la diócesis en la eucaristía de hoy, ha subrayado en su homilía que el Jubileo «trata de ayudarnos a vivir por dentro el centenario de la Catedral en cuatro aspectos: Dios, nosotros mismos, los demás y la naturaleza de la que formamos parte» porque «cuando hay un equilibrio entre estas cuatro realidades la persona estará en un bienestar de conjunto, habrá una armonía en su vida».
Monseñor Herráez ha aludido también en su intervención a la pandemia de coronavirus al señalar que «estamos viviendo una etapa en todos los ámbitos por la desgarradora pandemia causada por la Covid-19 y sus efectos» y ha recordado que el Año Jubilar coincide con este momento, aunque ya ha ocurrido otras veces, cuando años jubilares coincidieron con «momentos desgarradores», incluso uno de los primeros coincidió con la peste negra.
El arzobispo saliente ha recordado que el centenario de la catedral se está organizando como una serie de acciones espirituales y culturales alargado en el tiempo porque «una celebración solo en la fecha concreta del octavo centenario no parecía suficiente».
El Arzobispado de Burgos ha querido dar también una dimensión solidaria a la ceremonia y dedicar la cuestación a ayudar a las misiones en las que hay burgaleses en África, América y Asia.
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