Cristina y Andrés, docentes de Sonrieducando Manel González Cortijo

«Más que profesores somos guías», el método de una academia de Burgos reconocido a nivel nacional

Sonrieducando es un centro de enseñanza no reglada de Burgos que ha sido nominado a nivel nacional a la mejor docencia en la categoría de Educación no formal, es decir, fuera de las grandes instituciones públicas o privadas. El galardón lo entrega en su VII edición la fundación ABANCA

Manel González Cortijo

Viernes, 4 de agosto 2023, 07:30

Sonrieducando es un centro «transgresor» en la enseñanza no reglada de Burgos que ha sido nominado a nivel nacional a la mejor docencia en la categoría de Educación no formal, es decir, fuera de las grandes instituciones públicas o privadas. El galardón lo entrega en ... su VII edición la fundación ABANCA. Sus alumnos son niños y jóvenes desde los años hasta los 17 años y forman actualmente su plantilla tres profesores, Cristina, Andrés y Rubén.

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El trabajo detrás de la nominación

Nos citamos con Cristina y Andrés en el número 8 de la calle Palma de Mallorca, Burgos. Ahora durante el verano preparan los nuevos talleres y proyectos que dicen van a renovar las actividades en el siguiente curso. «Ya se han completado el 80% de las plazas, muchos niños que empiezan con nosotros continúan de infantil a primaria y de ahí a secundaria, trabajamos por curso con un centenar de niños más o menos, siempre con clases de máximo cinco alumnos», explica Andrés.

Cristina es la fundadora de la escuela, empezó ella sola en su casa reformándola para dedicar esa parte de su hogar a que se convirtiera en el de todos lo niños, al final la casa se le quedó pequeña y de camino se fueron uniendo Andrés y Rubén. «La idea desde el principio no era la de dar unas clases de refuerzo más, en Sonrieducando damos un educación a medida personalizada con cada alumno, fijándonos en la educación emocional siempre», inciden.

Juegos creados expresamente para Sonrieducando, marcando su apoyo pedagógico en juegos con útiles de madera Manel González Cortijo

Su método se centra en la escucha activa de los chicos y en un aprendizaje de las asignaturas básicas, matemáticas, lengua... basado en el juego «gamificación», por eso confiesan que son «más guías que profesores, dejamos a los niños libertad de entendimiento antes de explica».

Robótica, nuevas tecnologías y programación

Andrés es gradudado en Ingeniería Informática, gracias a sus conocimientos de programación inicia a los niños en las nuevas tecnologías con dispositivos de robótica e impresora 3D que hay en el centro. «Uno de los juegos que hacemos es en un tablero con 24 casillas, los niños programan nuestro robot para que se posicione en la que le pidamos. También hemos creado una guitarra eléctrica con un circuito impreso, entonces al tocar las cuerdas se reproducen los sonidos», comenta Andrés.

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Cristina tiene muy claro la actitud que deben tener los compañeros entre ellos: «Lo más importante y en lo que nos basamos es el respeto, lo primero por ellos mismos y luego hacia el resto de compañeros, trabajamos la ayuda y la colaboración, a partir de esta parte básica emocional podemos pasar a los siguientes pasos, autonomía, confianza que son lo que los padres nos piden más».

Una forma de trabajar, fuera de las academias convencionales

Las clases duran una hora y guardan una parte individual según la necesidad de ese día de cada alumno. Se contextualiza al niño en las tecnologías aunque hasta los seis años no trabajan con las tabletas digitales. «Trabajamos con la motivación de los niños por cómo les gustaría trabajar y les formamos en inteligencia emocional, en cuestiones como la vocación laboral, que nos parece súper importante a tratar y a la que no se le da tanta importancia en las escuelas», aclaran los compañeros de Sonrieducando.

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Algunos de sus miembros dejaron sus antiguos puestos, como Andrés que trabajaba como ingeniero informático y tuvo que rechazar su empleo para dedicarse a jornada completa a los niños, o Cristina que ha rechazado a otras empresas educativas para trazar su propio camino.

Una de sus acciones con más repercusión fue el envío de cartas al que fuera alcalde Burgos, Daniel de la Rosa, con peticiones de los niños para la ciudad.

Una forma de trabajar diferente que le ha valido a esta academia una nominación en la categoría de Educación a nivel nacional aunque, gane quien gane, la mayor satisfacción de estos profesores es ver evolucionar a sus alumnos.

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