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El Juzgado de Instrucción número 4 de Burgos ha decretado la prisión provisional sin fianza, pero comunicada, para el joven detenido el pasado sábado 2 de marzo en Gamonal por su vinculación con un almacén de explosivos.
El hombre ha pasado a disposición judicial este ... lunes 4 de marzo y se ha acordado su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza. Fuentes judiciales confirman que se le está investigando por un delito de tenencia ilícita de explosivos y otro de tráfico de drogas.
El varón, de unos 30 años, fue detenido el sábado por su vinculación con un almacén de explosivos ubicado en la plaza San Bruno, del barrio de Gamonal. Presuntamente, este guardaba en este local un arsenal para la fabricación de explosivos. Este movimiento de la Guardia Civil se enmarca dentro de una operación que lleva abierta varios meses.
Este lunes, mientras el hombre pasaba a disposición judicial, el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, encuadraba este almacén en la «fabricación de pirotecnia ilegal» y no en la fabricación de explosivos. En el lugar se requisaron «sustancias que exceden de lo que está permitido para la fabricación», ha asegurado Sen.
Aunque aún no se descarta ninguna hipótesis y las investigaciones siguen abiertas, Sen ha asegurado que «los materiales incautados tienen más que ver con la pirotecnia que con fabricar explosivos», pero «su variedad y cantidad» convertían al sujeto en preocupante.
El hombre de 30 años que pasará a prisión es vecino de Burgos. El sábado acompañó a los agentes de la Guardia Civil durante el registro del almacén en cuestión. Fue allí donde se encontró el material explosivo. La intervención en la plaza San Bruno, en la que intervinieron los TEDAX, la unidad de técnicos especialistas en desactivación de artefactos explosivos, llamó la atención de los vecinos que se encontraban en la calle en ese momento, aunque la mayoría no se percató siquiera, ya que fue una intervención muy rápida.
Algunos vecinos reconocían a BURGOSconecta que la zona es «tranquila». La sorpresa ha sido mayúscula al descubrir que al lado de sus casas había un local con tanto material explosivo. La mayoría de los residentes aseguran que no se enteraron de la operación y, los pocos que lo presenciaron, manifiestan que todo fue «muy rápido».
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