Se han tardado 40 años pero, por fin, la herencia de José Blanco Ojeda se encuentra repartida y los más necesitados de Burgos dispondrán de una ayuda extra para mejorar su vida gracias al trabajo que realizan Cáritas, Proyecto Hombre, Fundación Lesmes y el Banco ... de Alimentos. Son estas las cuatro entidades beneficiarias del reparto de la última parte de la herencia, 95.000 euros, con lo que se intenta satisfacer las expectativas de este burgalés generoso, también en vida.
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José Blanco falleció en 1979. Era licenciado en Derecho pero se le desconoce oficio, así que se deduce que dedicó su vida a gestionar su patrimonio, que no era precisamente pequeño. A su muerte, viudo ya y sin familiares directos, José Blanco dejó dicho que se repartiesen sus bienes entre el Arzobispado de Burgos, las Hermanitas de los Pobres, obras piadosas y los 'pobres' de Burgos, a partes iguales.
Ya entonces, la herencia tardó tiempo en desenvolverse, explica Blanca Subiñas, la jueza decana de Burgos y que ha sido la encargada de presidir la junta de calificación y distribución de la herencia, de la que han formado parte también el alcalde y el párroco de San Gil, parroquia a la que pertenecía José Blanco.
No fue hasta los años 80 que se distribuyó la herencia. Los bienes reservados a los 'pobres' han sido los más difíciles de realizar, afirma Subiñas, pues contaban con parte en metálico y dos pisos de renta antigua. La cantidad en metálico se entregó en su momento, si bien no se sabe a cuánto ascendió pues la documentación del expediente se conservaba en el archivo del decanato en el Palacio de Justicia y se perdió cuando un devastador incendio consumió el edificio en el año 2005.
Y hasta ahora han quedado pendientes los dos pisos, de renta antigua, que han encadenado subrogaciones hasta que, finalmente, se han podido vender por la cantidad de 95.000 euros, precio de mercado, afirma Blanca Subiñas. Sin embargo, lo que ha retrasado la ejecución de la herencia no han sido las ventas de los pisos sino la propia fórmula de gestión, pues José Blanco lo dejó en manos de una junta de distribución, figura recogida en el Código Civil pero muy «excepcional».
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La jueza decana de Burgos explica que la «originalidad y la excepcionalidad» de la figura es lo que ha ido lastrando el procedimiento. Un periplo administrativo para acceder a los bienes, gestionarlos y poder, finalmente, cumplir con la voluntad de José Blanco de entregar parte de su patrimonio a los 'pobres'. Los pobres de ahora no son los mismos que los de 1979, pero las necesidades siguen existiendo.
Por ese motivo, la junta de distribución de la herencia ha escogido, entre las diferentes opciones, Cáritas Burgos, Proyecto Hombre, Banco de Alimentos y Fundación Lesmes como beneficiarios. Es la forma de garantizar que el dinero, esos 95.000 euros, bueno 90.000 restados los impuestos, repartidos a partes iguales, llega a los excluidos de Burgos, abarcando toda la exclusión y no solo la que deriva del ámbito de la pobreza.
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Las cuatro entidades han recibido esta mañana la herencia, tras lo cual la junta de distribución ha quedado ya disuelta, y tienen muy claro a qué van a destinar los 22.500 euros recibidos. En Fundación Lesmes van a aprovechar esta ayuda extra para un proyecto de formación en inserción laboral para menores tutelados. Se trata de la creación de un taller de chapa y pintura, en colaboración con tres concesionarios de Burgos.
Por su parte, Cáritas y Proyecto Hombre los destinarán a financiar sus programas de atención social. Desde Proyecto Hombre recuerdan que las necesidades son muchas y, con esta ayuda, «se da un poco de respiro». Mientras, en Cáritas insisten en que sus programas se centran en la persona, en los exclusidos sociales, que ahora mismo abarcar muchos más conceptos que la pobreza.
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José Blanco Ojeda era un hombre generoso. Y ya lo era en vida, no solo a su fallecimiento. Fernando Arce, párroco de San Gil, afirma que «era un buen feligrés» y ha destacado la importancia de compartir los bienes con aquellos que más lo necesitan. «Era una persona muy generosa y religiosa», ha afirmado Blanca Subiñas, quien se felicita por haber conseguido cerrar este capítulo y que «los bienes de José Blanco tengan el destnio que el quería, los pobres de Burgos».
Por su parte, el alcalde Daniel de la Rosa ha destacado la singularidad del burgalés y confía en que se hayan podido cumplir sus expectativas. Este tipo de herencias no son habituales, aún así, desde Cáritas recuerdan que todo el mundo puede colaborar, de una forma mucho más sencilla, bajo la fórmula del legado solidario que se deja al fallecimiento incluido en los testamentos.
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