Llevan meses alzando la voz, pero este lunes han gritado más alto. No en plena Plaza Mayor, donde no descartan hacer una movilización que retumbe hasta el despacho del alcalde, pero sí con frases lapidarias con lo que «estamos padeciendo ante la falta de ... negociación del nuevo convenio (el actual lleva caducado desde enero de 2021)».
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Son los empleados del servicio de limpieza y recogida de residuos de Burgos, que gestiona actualmente la empresa Semat, y que han vuelto a decir basta ante una negociación que no avanza y que ni se la atisba. «Para poder negociar el nuevo convenio es necesario que haya una nueva adjudicataria del servicio», apunta Eduardo Ramos, presidente del comité de empresa.
Preocupan los aspectos económicos, ya que «no se han actualizado los salarios al alza durante todo este año», pero son más inquietantes cómo se encuentra la flota de vehículos para la recogida de basura. «Es una situación penosa. Están todos los vehículos es una condiciones muy malas. Queremos soluciones», continúa Ramos.
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Precisamente en enero de este año falleció un trabajador de la plantilla en un accidente laboral mientras se preparaba para esparcir sal por la ciudad ante las heladas de esos días. En una de esas acciones, el operario, al que le faltaba un mes para jubilarse, acudió con otro compañero a arrancar un tractor que se encontraba sin batería. Se colocó delante del vehículo y, al parecer, con la marcha metida, el tractor arrancó y le golpeó con la pala. «No pasan más desgracias porque Dios no quiere. Pero todos los vehículos están mal», explica Ramos en representación de los 270 trabajadores.
«Si yo fuera el responsable de la empresa entendería que no se quisiera invertir dinero en la flota al no saber si van a seguir con el acuerdo. Pero realmente no podemos trabajar en estas condiciones», añade el presidente del comité de empresa.
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Desde el comité de empresa exigen al Ayuntamiento de Burgos agilidad y claridad en el proceso de licitación para que la burocracia y las disputas entre las empresas por hacerse con el contrato no siga lastrando la posibilidad de negociar un nuevo convenio colectivo que mejore las condiciones laborales de la plantilla.
La representación de trabajadores no descarta empezar la vía de la movilización de la plantilla y poner esta situación en manos de la justicia en el caso de que este proceso de adjudicación continúe alargándose en el tiempo.
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