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Se acabó el verano en Burgos. De hecho, teniendo en cuenta la meoteorología de las dos últimas semanas, parece que se acabó hace ya algún tiempo. Eso sí, a pesar de la drástica caída de temperaturas de los últimos días, la temporada estival en las piscinas municipales ha sido positiva.
De acuerdo a los datos ofrecidos esta misma mañana por el concejal de Deportes del Ayuntamiento capitalino, César Barriada, las cuatro instalaciones municipales cerraron la temporada estival con 310.233 visitas, lo que supone un aumento del 2,3% respecto a los datos consignados el año pasado.
El mes de mayor afluencia fue julio, con un total de 155.407 usuarios, un 10,97% más que en 2023. En este caso, la sucesión de olas de calor ha impulsado la visita de los burgaleses a las diferentes instalaciones para darse un chapuzón.
También fueron muy positivos los datos de junio, cuando se contabilizaron 35.775 usuarios, un 5,54% más que en el mismo periodo del año pasado, mientras que en agosto se redujo levemente el número de visitas, 110.256, un 3,43% menos que el año pasado.
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Los peores datos se han registrado este mes de septiembre. Las inclemencias meteorológicas lastraron la estadística y apenas 13.795 acudieron a alguna de las instalaciones municipales para darse un chapuzón, un 29,4% menos que en el mismo periodo de 2023.
A la vista de los resultados, desde el departamento de Deportes se muestran «razonablemente satisfechos» por la respuesta de los burgaleses, que este año han podido disfrutar de los nuevos vestuarios y la totalidad de las zonas de césped de El Plantío.
Allí, no obstante, todavía queda mucho por hacer, fundamentalmente en el edificio central, que continúa arrastrando un pésimo estado de conservación. Al respecto, Barriada ha confirmado que ya se están elaborando los pliegos para la redacción del proyecto de reforma, que saldrá a concurso con un presupuesto aproximado de 55.000 euros.
Será ese proyecto el que determine el alcance, el coste y el plazo de una intervención que se antoja, cuanto menos, cara. De momento, Barriada no se atreve a aventurar plazos ni presupuesto, toda vez que se desconoce el estado de la cimentación del edificio, clave en este sentido. Eso sí, el concejal ha adelantado la posibilidad de que la reforma del edificio, que alberga la cafetería, el solarium, el botiquín y los aseos, se realice por fases para «no interferir» demasiado en la actividad del complejo.
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