La Fiscalía ha solicitado una pena de ocho años de prisión para el joven acusado de propinar una paliza a un vecino de la zona de San Esteban que en septiembre de 2017 acabó en el hospital tras instar a un grupo de jóvenes que ... estaban haciendo botellón a que bajaran el volumen de la música.
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Los hechos enjuiciados se remontan al 1 de septiembre. Según relataron en aquel momento varios testigos y tal y como refleja el informe del Ministerio Fisca, en torno a las 23:15 horas de aquella noche, un grupo de alrededor de una decena de jóvenes se encontraban en los alrededores de la iglesia de San Esteban bebiendo en la calle con la música a un volumen excesivo. En ese momento, un vecino del entorno bajó de su domicilio y se acercó al grupo de jóvenes para pedirles que redujeran el volumen de la música.
La situación derivó en una fuerte discusión que acabó con la agresión por parte de dos de los jóvenes hacia el varón. Tras varios golpes, el vecino, de 35 años de edad, cayó al suelo y se golpeó la cabeza con fuerza y perdió el conocimiento. A pesar de ello, la Fiscalía considera probado que los golpes continuaron durante unos instantes hasta que intervino otro grupo de jóvenes que estaba por la zona.
En ese momento, los dos agresores huyeron del lugar, si bien, uno de ellos fue posteriormente identificado, localizado y detenido por parte de la Policía. El otro permanece declarado judicialmente en rebeldía al no haber sido localizado.
Mientras tanto, en el lugar de la agresión, varios jóvenes atendieron al herido, que presentaba diversas heridas, hasta la llegada de los facultativos sanitarios. Una vez en el lugar, los profesionales trasladaron al agredido al HUBU, donde permaneció varios días ingresados.
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De acuerdo al informe médico, el vecino sufrió fracturas de huesos del cráneo y de la cara, así como un traumatismo intracraneal, varios hematomas, contusiones hemorrágicas en todo el cuerpo, la fractura del cúbito y la rotura del ligamento interóseo escafo-lunar. Como consecuencia de todo ello, el hombre perdió parte de la agudeza visual y del olfato.
Una vez detenido, el acusado fue ingresado en prisión provisional una semana después, si bien, abandonó la cárcel apenas cuatro días después tras pagar la fianza de 3.000 euros impuesta por el Juzgado de Instrucciones y con la prohibición de no acercarse a menos de 500 metros del agredido.
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A tenor de las pruebas y testimonios recogidos durante la fase de instrucción, la Fiscalía considera totalmente probado que el acusado es autor de un delito de lesiones sin circunstancias modifcativas y solicita una pena de ocho años de prisión, así como una indemnización de 68.000 euros en favor del agredido y de 5.867,40 euros en favor del Sacyl por los gastos ocasionados durante la atención médica. La vista oral se llevará a cabo los días 19, 20 y 21 de octubre en la Audiencia Provincial de Burgos.
En todo caso, aquel suceso fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de los vecinos del entorno del Casco Histórico Alto, que ya llevaban tiempo quejándose de las consecuencias del botellón. A partir de entonces, la Policía intensificó su vigilancia, pero a día de hoy, la zona de San Esteban continúa siendo un 'punto rojo' del botellón en la ciudad.
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