Las peluquerías de Burgos echan el cierre y sus profesionales se muestran «tranquilos»

«Era absurdo decir que no éramos personas de riesgo», declara Fernández, que reconoce que la movilización del sector para mantenerse cerrados «ha sido increíble». «Hoy ya no ha abierto nadie pero es que en una situación como la que estamos viviendo no es tan grave no poder peinarse o teñirse», explica.

Respecto a las personas de movilidad reducida que puedan requerir ayuda para asearse o lavarse la cabeza, Fernández asegura siempre estará dispuesta a desplazarse al domicilio de quien llame solicitando sus servicios pero con determinadas garantías. «No tenemos cómo protgernos ni mascarillas ni nada», confiesa la presidenta que señala que esta decisión afectaba solo en la ciudad de Burgos a más de 300 peluquerías con todos sus empleados.

A partir de hoy podrán seguir tranquilos y cumplir con el aislamiento tal y como marca el gobierno, corriendo el menor riesgo posible.