Una pausa en las vacaciones para mostrar la devoción por Santa María La Mayor

El 15 de agosto no es un festivo más. Es el día en el que los burgaleses demuestran, como cada año, su devoción a Santa María La Mayor. Las campanas de la Catedral suenan con fuerza minutos antes de las 12 horas anunciando la festividad de la Asunción de Nuestra Señora y dentro del Templo ya no queda un hueco libre para presenciar la solemne misa presidida por el arzobispo, Fidel Herráez.

En esta ocasión, la alcaldesa accidental, Ana Bernabé, ha realizado la ofrenda floral de la ciudad a la Virgen. En el discurso ha mostrado un fuerte rechazo a la violencia de género, algo que «ataca a los pilares de nuestra convivencia» y que el dolor de las víctimas «nos desgarra como sociedad». Para luchar contra lacras como esta, Bernabé ha lanzado un mensaje de unidad, tanto de ciudad, como de región y país, pues «gobernar significa avanzar en el camino».

El VIII Centenario de la Seo, que se celebrará en el año 2021, también ha estado presente en las palabras ofrecidas por la alcaldesa occidental. «Esta celebración es una oportunidad para mostrar al mundo la ciudad tal y como es, generosa, tolerante y moderna», ha afirmado. Además, Burgos debe ser «humana y digna herencia para los que vengan». Por último, Bernabé ha querido recordar a aquellas personas que nos han dejado y que «han contribuido a hacer de Burgos una ciudad mejor».

Así transcurre esta celebración «bellísima e importante», según ha recalcado el arzobispo, que se celebra por la «necesidad del pueblo de Dios de festejar a la madre de la iglesia». De esta manera, se trata de un día que supone la «culminación del sí pleno de Dios al sí pleno de nuestra madre».