Están lejos de casa. Muchos, lejos de sus padres, tíos o abuelos. Sin embargo, Papá Noel no se ha olvidado de ellos. Una treintena de niños ucranianos residentes en Burgos recibieron este jueves la visita de Santa Claus, que hizo un alto en el Colegio ... Blanca de Castilla para pasar un rato con los pequeños, escuchar sus peticiones y darles un pequeño detalle.
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De la mano de la Asociación de Familias con Ucrania, y con la ayuda del centro educativo, Papá Noel se pasó por Burgos y permitió a las familias ucranianas volver a reencontrarse. «Fue muy emotivo», explican Nacho Alonso y Nadiya Chmyr, pues los niños se emocionaron al poder ver al 'señor de rojo', y también se reencontraron con antiguos amigos.
Nacho recuerda que muchas familias convivieron durante los primeros momentos en Burgos, en lugares como el Hostel Burgos. Luego, han pasado a una segunda fase del proceso de acogida, disponiendo de una vivienda para ellos y han dejado de verse tan a menudo. Por ese motivo, actos como el celebrado en el Blanca de Castilla son una alegría.
Santa Claus no solo escuchó a los niños, y recogió sus cartas con la petición de regalos. También les entregó dulces navideños y, a los más mayores, equipamiento de bádminton. La visita de Papá Noel ha coincidido con el segundo torneo solidario de bádminton del Blanca de Castilla, que se ha celebrado los días 22 y 23 de diciembre bajo el título de 'Volantes por la paz'.
El objetivo ha sido recaudar fondos para la Asociación Familias con Ucrania y, a través de ella, ayudar a los refugiados en Burgos. También, servirse del deporte para transmitir valores como la solidaridad. Además, la asociación buscará crear un club de bádminton entre los chavales ucranianos para favorecer su integraión en Burgos a través del deporte.
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El encuentro con Papá Noel acabó con música, pues se cantaron villancicos ucranianos (uno de los momentos más emotivos) y una chocolatada, organizada por el AMPA del Blanca de Castilla y en el que participaron tanto niños ucranianos como todos los participantes del torneo de bádminton. «Ha sido muy bonito», insiste Nadia, y una forma de alegrar la Navidad a los niños ucranianos que las pasarán lejos de sus casas este año.
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