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Un año más, este sin mascarillas que lo impidan, la alegría de pequeños y mayores volverá este domingo a las calles de Burgos junto a las Palmas y Ramos, que guiarán y escoltarán al Jesús a lomos de la Borriquilla en la primera gran procesión ... de la Semana Santa burgalesa.
La solemnidad de la procesión del Silencio y la ternura de la infantil del sábado servirán de aperitivo para los actos del Domingo de Ramos. Dice el refrán que al que madruga Dios le ayuda, y el que así lo haga, podrá acercarse desde las 9:45 horas al primer acto del día en la iglesia de San Lorenzo.
En el céntrico templo parroquial, la bendición de las Palmas por parte del arzobispo de Burgos, Mario Iceta, junto a representantes de las Cofradías y Hermandades de la ciudad, abrirá la jornada para proceder después a la salida del paso, portado a hombros por miembros de la banda de cornetas y tambores de la Cofradía de la Coronación de Espinas y de Cristo Rey.
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De esta manera, se dará paso a la procesión, cuya itinerario está previsto por calle San Lorenzo, c/ Arco del Pilar, c/ Laín Calvo, c/ La Paloma, Plaza del Rey San Fernando y c/ Cadena y Eleta hasta alcanzar la Plaza Santa María.
Una vez allí, a las 11 horas, el arzobispo oficiará la Santa Misa en la Catedral y se procederá de nuevo a la bendición de Ramos y Palmas, gracia que se extenderá después a las de todos los asistentes que se congreguen en la Plaza Rey San Fernando.
Será entonces cuando intervenga la Escolania Pueri Cantores de la Seo burgalesa, tras lo que se procederá también al Toque manual de las Campanas de la Torre de San Lorenzo por parte de la Asociación de Campaneros de Burgos.
Aclamado por las palmas y ramos bendecidos, el Jesús a lomos de la Borriquilla retornará por Plaza Santa María, plaza del Rey San Fernando, Arco de Santa María, Paseo del Espolón, c/ Carnicerías, Travesía del Mercado, Plaza Mayor, c/ Almirante Bonifaz, c/ San Carlos, y c/ San Lorenzo hasta llegar nuevamente a su sede en la Iglesia de San Lorenzo.
Ya por la tarde, la Real Hermandad de la Sangre del Cristo de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores recogerá el guante de la algarabía matutina para convertirse en protagonista con la procesión del Santísimo Cristo de Burgos.
Con el susto de 2019 ya enjuagado por la normalidad con la que se desarrolló la de 2022, la talla, que data del siglo XIII y es de autor anónimo, volverá a recorrer en vertical las calles de la ciudad a hombros de los costaleros de la Hermandad con la novedad del nuevo trono que estrenará en este 2023.
En torno a este Cristo, rodeado siempre de una mística especial, la Hermandad que lo venera en San Gil Abad posee una larga tradición y es heredera de la que se erigió allá por el 1592 en el convento de la Trinidad.
Por aquel entonces, esta cofradía pasional organizaba igualmente una procesión el Domingo de Ramos en la que salía la imagen del Cristo de las Santas Gotas, y, al parecer otro paso que representaba al Santo Cristo con la Venerable María de Jesús a sus pies, llevando el lienzo en que recogió las gotas.
La imagen del Crucificado, permaneció en el convento de la Trinidad hasta la invasión francesa y fue este conflicto el que motivó su traslado a la iglesia de San Gil para ser devuelta años más tarde a su convento y regresar definitivamente a su sede actual en el año 1836 al abandonar los trinitarios su convento.
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