El nuevo patronato de la Fundación Cajacírculo toma posesión y anuncia revocación de acuerdos previos

La toma de posesión ha tenido lugar justo cuando se cumplían los cuatro años de mandato del anterior patronato, el 19 de marzo, ha recordado Rodrigo Saiz, quien se convierte en secretario del nuevo equipo directivo. La presidencia recae en Emilio de Domingo, gran conocedor del funcionamiento de la Fundación Cajacírculo cuando era obra social de la entidad financiera. La Vicepresidencia Primera le corresponde a Saturnino Riojo y Andrea Ballesteros ocupará la Vicepresidencia Segunda. El resto de patronos actuarán como vocales.

En la reunión de ayer, una primera toma de contacto, se acordó también abrir las convocatorias para escoger al séptimo y al octavo patrono, que serán una persona de prestigio profesional y con arraigo social en Burgos y un profesional con conocimientos en materia financiera. Hoy mismo se publicarán las bases de la convocatoria en la página web de la fundación y los candidatos tendrán ocho días para presentar sus propuestas.

Sin embargo, la decisión más importante tomada ayer tarde fue la de revocar el nombramiento del noveno patrono, que tuvo lugar el pasado viernes. La «maniobra» de última hora del anterior patronato, para reducir el poder que ostenta el Círculo Católico de Obreros, con sus cuatro respresentantes, «no es asumida» por el nuevo patronato. Por unanimidad, sus miembros acordaron ayer impugnar judicialmente la modificación de los estatutos realizada recientemente y «dejar sin efecto» el nombramiento del noveno miembro.

Saiz recuerda que el mandato del anterior patronato finaliza el 19 de marzo, así que sus decisiones no van más allá de esa fecha, y mucho menos se pueden tratar de imponer al nuevo patronato. La modificación de los estatutos, con incorporación de un nuevo miembro, desequilibrando la estructura de poder, supone cambiar las reglas del juego en mitad del partido, y no están dispuestos a aceptar lo que se considera «un fraude de ley», de ahí la impugnación.

El nuevo patronato tendrá que analizar ahora si, con sus ocho miembro, cumple la normativa de 2015 que exige que una quinta parte de los miembros sean expertos en materia finaciera. «Se podría estar cumpliendo» sin necesidad de modificar la composición, ha reiterado Saiz, si bien existen también otras alternativas que no supongan una pérdida de poder la para el Círculo Católico de Obreros.

Con el nuevo patronato en marcha, ahora solo queda recuperar la buena «sintonía» entre la Fundación Cajacírculo y el Círculo Católico, perdida en los últimos tiempos. Han sido dos años de desavenencias, que arrancaron cuando en marzo de 2016 el Arzobispado cesó a parte del consejo de gobierno del Círculo Católico ante una presunta externalización de la Constructora Benéfica a favor de la Fundación Cajacírculo. Un enfrentamiento posterior por la aportación anual al Círculo y el cuestionamiento constante por lo gestión de la obra social habían deteriorado por completo las relaciones entre ambas entidades, hasta el punto de que el Círculo retiró la confianza a sus patronos el pasado mayo y les pidió, sin éxito, que se retirasen.