Secciones
Servicios
Destacamos
Los niños saharauis participantes este año en el programa Vacaciones en Paz ya están en Burgos. En esta ocasión son 24, que se reparten entre la capital provincial, Miranda de Ebro y el resto de la provincia gracias a la inestimable colaboración de otras tantas familias, que abren las puertas de sus casas cada verano para acoger a refugiados saharauis y que puedan vivir un verano alejados de los campamentos de Tinduf.
Durante las próximas semanas, todos ellos podrán disfrutar de una experiencia única, en la que podrán conocer una realidad muy diferente a la habitual, con actividades de todo tipo y una atención especial. No en vano, más allá de la convivencia con las familias, el programa incluye la atención sanitaria. Así, todos los niños pasan revisiones médicas y, llegado el caso, se les atiende debidamente. El año pasado, por ejemplo, una de las niñas fue operada de amigdalas durante el verano.
Sin duda, el programa Vacaciones en Paz es uno de los grandes protagonistas de la actividad desarrollada por la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui todos los años en colaboración con otras entidades. Así lo reconoce la presidenta del colectivo, Maite Giménez, que insiste en que es una «oportunidad única» para fomentar la convivencia y ayudar a una comunidad como la saharaui.
A este respecto, Giménez ha querido aprovechar la recepción de los 24 niños en el Ayuntamiento de Burgos para agradecer el esfuerzo y la solidaridad de las familias y las instituciones. «Si no fuera por las familias que traen a los niños, esto no sería posible», ha insistido al tiempo que remarcaba que el Consistorio de Burgos es «el que más aporta» en todo Castilla y León a acciones solidarias con los saharauis.
Eso sí, desde el colectivo se ha querido hacer «un llamamiento» a la sociedad burgalesa para que se implique aún más en el desarrollo del programa Vacaciones en paz. No en vano, este año han llegado a la provincia cinco niños menos que en el verano de 207 porque no ha habido familias suficientes. «No sabemos el motivo por el que la gente no se anima» a sumarse al programa, vistas las experiencias de las familias que sí lo hacen y teniendo en cuenta que se trata de una «oportunidad única de conocer otra cultura», algo muy beneficioso «sobre todo para los niños».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Abel Verano, Lidia Carvajal y Lidia Carvajal
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
José A. González y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.