Con 85 años de edad y con una fecunda vida profesional y personal, el 6 de febrero pasado fallecía José de la Cruz Soto Pérez; el alma de la empresa Soto y Alonso. A pesar de su edad, y ya jubilado, siempre ha estado al tanto de las idas y venidas de sus autobuses. Una empresa que recoge de las manos de su padre en los años 60 del siglo pasado y que ha proyectado con éxito.
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Poza de la Sal fue el origen de la empresa fundada por José Soto y Miguel Alonso. Pepín tomó el relevo de su padre con éxito y relanzó la empresa llegando a convertirla en una de las más importantes del norte de España y como una de las de más prestigio de Burgos. Hoy vive la tercera generación que no sólo ha mantenido, sino que ha propiciado el crecimiento de los negocios más relevantes de Burgos.
José (Pepín) ha estado más de 50 años al frente de la empresa que ahora lleva la tercera generación de la familia. Tras él, deja un legado basado en los valores que simpre ha llevado a gala en su empresa en Burgos. Fue un líder, de aquellos que se ponen al volante y se enfunda el mono de trabajo para reparar cualquier avería.
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Su familia y sus empleados le van a recordar como ese hombre íntegro y comprometido, valores en los que basó su vida, con los que educó a sus hijos y lo que puso en práctica en su trabajo.
Descansa en paz. Su esposa Aurora, sus hijos Cristina, Iñaki y Pedro y sus nietos son herederos de esta saga tan renombrada en Burgos
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