Merindad de Sotoscueva: honrando a San Bernabé en el monumento de Ojo Guareña

A las puertas de la ermita de San Tirso y San Bernabé, una de las catorce entradas al impresionante complejo kárstico de Ojo Guareña, se celebra anualmente la romería de San Bernabé. Merindad de Sotoscueva presume de esta antigua tradición, declarada Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León, que adquiere aún mayor relevancia por su espectacular escenario.

Se homenajea a San Bernabé en el exterior de un Monumento Natural formado por un conjunto de cavidades cuya red principal consta de 110 kilómetros de galerías, uno de los mayores del mundo. Se asienta sobre terrenos del Cretácico superior y es uno de los pocos lugares del planeta donde todavía es posible seguir con toda claridad, y sin que falte ninguna etapa clave, la evolución de la religiosidad desde el Paleolítico hasta hoy.

La romería es a la entrada de una ermita semirupestre. Allí, solo la cabecera del templo y el balcón exterior –desde el que se celebra la eucarística el día de la fiesta– están construidas por el hombre. La tradición marca que en el interior se producían milagros de personas que se caían o enfermaban y con la ayuda de los santos se salvaban. San Bernabé se celebra el sábado siguiente al 11 de junio. Rezar al santo, tocar con los dedos el agua milagrosa, recorrer las galerías sumergidas en la roca y disfrutar de la belleza del entorno es imprescindible ese día.

Las campanas anuncian la romería, que parte de la encina sagrada del Alto de Concha, donde las autoridades firman los libros de honor y se nombra Carbonero Mayor, oficio usual en tierras de roble y encina. Tras encender la carbonera, se desciende por la calzada hasta la campa de la ermita, donde hay misa al aire libre y danzas tradicionales. Toca luego buscar un sitio para tomar el aperitivo.

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