Laura del Val: «De Burgos se sale, pero siempre se regresa»

Laura del Val es burgalesa por los cuatro costados. Y en los últimos años se ha convertido en una de las mejores embajadoras de la ciudad y la provincia allá donde actúa. Como podría decir Jardiel Poncela, se toma el humor muy en serio. Es su profesión, su campo de experimentación y la plataforma más simpática para hablar de la tierra que la vio nacer y crecer.

Su salto mortal llegó hace unos pocos años: «Yo trabajé muchísimo en la pandemia porque yo me dedicaba en el mundo de la abogacía a la movilidad internacional, que se traduce en mover trabajadores alrededor del mundo». Fue una etapa en la que el sector en el que ella trabajaba no se detuvo y le sirvió para dar un giro a su vida.

En la cabeza de Laura ya estaba «el runrún de probar la comedia y dejarlo», pero vino la pandemia y todo el trabajo acumulado en la empresa le sirvió para «ahorrar bastante». El 'clic' definitivo fue «en mayo de 2021 cuando pedí en mi trabajo una excedencia de un año para probar suerte. Y tenía que haber vuelto en 2022, y aquí estoy… que no he vuelto».

Laura del Val relata ese momento al que califica como «el más satisfactorio» de su vida: «Cuando te vas a la competencia o te vas a otra empresa, los jefes lo pueden entender. Pero yo cuando dije que no, que quería ser cómica y dedicarme a la esto, bueno, exploté. O sea, a mi jefa le estalló la cabeza en plan, ¿qué has dicho?».

Apunta que sus compañeros sabían que este mundillo le gustaba, como cuando a otra persona le gusta un deporte, por eso la sorpresa entre sus iguales en la empresa fue grande. «La palabra que siempre más me repetían era que era muy valiente y a mí eso me generaba un estrés horrible cada vez que lo oía».

No sabe si volvería a su antiguo oficio: «Tengo la suerte de que mis padres me pagaron unos estudios, me ayudaron y esa salida la tengo, y si quiero volver, volvería».

Laura del Val tiene claro que su profesión es una mezcla perfecta de talento «y mucho trabajo, porque en esto hay tres patas, que son suerte, trabajo y talento» y la combinación de sólo dos de ellas, no funciona.

«Yo trabajo un montón, yo podría estar en mi casa, en el sofá tranquilamente, con mi pareja y mi perrete, viendo cualquier serie o tal peli, que me encanta, y me voy todas las noches a bares a probar texto y no cobro nada», apunta.

Bromea, no puede dejar de salir la vena humorística: «Me pagan en cerveza, así que si quiero ser alcohólica podría serlo, pero no lo soy, entonces me voy muchas noches a probar».

Es fundamental probar en sala ya que un chiste pude cambiar sólo por la manera de contarlo, «por el modo de actuar, las pausas, y tienes que probarlo en públicos muy diferentes, puedes que tengas un chiste que creas que es muy bueno, un bloque que es muy bueno, lo pruebes en un sitio y entre increíble y que vengas a Burgos o en otra sala de Madrid y dices, a tomar viento».

La burgalesa reconoce que ha sido muy inquieta y con una vida interior muy grande pero ese mundo íntimo «no tenía con quién compartirlo», así que siempre estaba creando historias. Se reconoce como una mujer «muy fuera de los estereotipos» desde niña: «Yo quería ser futbolista, quería ser torera por Cristina Sánchez… aunque luego dije ya no… madre mía, lo que se le hace al toro… todo cosas muy atípicas».

Desde hace unos meses, Laura del Val también hace que Burgos crezca en este mundo de la comedia: «Aquí, con el formato de vermú comedia me encargo de organizar, de traer comedia. Que al final es un trabajo, porque la mayoría de los cómicos y cómicas que vienen viven en Madrid». Hace la tarea de cómica y de productora. Y de preocuparse por «la calidad y ofrecer pues también cultura, que es importante».

Desde hace meses llena el Golden, de la calle Trinidad. Son pequeño formatos de unas 60 personas que tienen mucha acogida entre los burgaleses.

Como mujer, y mujer de la cultura urbana que se decida a un mundo tan dividido, Laura asegura que «la mujer está en condiciones desiguales en todos los ámbitos» y es un problema «estructural: hay desigualdad que te va a afectar en todos los ámbitos de tu vida. ¿Qué pasa? Que sigue habiendo personas, y sobre todo hombres muy arcaicos que no van a consumir comedia femenina, aunque odio utilizar ese término».

Madrid es inevitable «porque es se el centro de la comedia, y es donde está la comedia». En Burgos es más difícil; «somos castellanos y a veces el aplauso es más difícil». Y la artista lo entiende: «Ya está, no pasa nada. Mientras tú sepas esto, todo está bien. A lo mejor el aplauso cuesta más, pero eso no significa que no se lo estén pasando bien, o cuando termine el show te vengan a decir, oye, qué bien, me lo he pasado superbién»

Laura del Val asegura que de Burgos «se sale y se vuelve, siempre se está entrando y saliendo. Pero sí, la verdad que el nombre del título fue porque se sale de muchos conceptos, se sale de Burgos de la percepción conservadora, del visón de la señora, de los estereotipos».

«Es guay como ver como la ciudad va creciendo entre todos, aunque políticamente no acompañe en los tiempos». Por eso Laura tiene la percepción de que la muchos de los que van a verla «no tienen ni puñetera idea de la gente de Burgos y qué es Burgos. Dice que Burgos es una ciudad de paso, que vas para el norte, tiene una catedral súper bonita, y ya está, pero no se tiene... Tú dices soy de Burgos y pues vale. Como si eres de otro lado»

Ayuda mucho que en Burgos haya muchísimo ambiente «en tema de gastronómico, más tema de turismo, el deporte, mucho, que es una ciudad muy verde, tiene una ciudad de calidad de vida... que poco a poco se está cambiando el concepto, pero porque también ayuda mucho esto»

Como mujer de cultura y de Burgos, echa de menos «iniciativas buenas en cultura que pusieran a Burgos en el mapa cultural. «No valen unos bailes y cosas así. Si en Aranda de Duero se ha podido hacer hace 25 años el Sonorama, Burgos podría copiar, hacer lo mismo».

Se ofrece a hablar con la alcaldesa, Cristina Ayala, «que hablé con ella en persona, cuando fue el Orgullo, y ya se le ha olvidado». Recuerda que se ofreció, medio en serio medio en broma, a ser pregonera, pero, sabe que es difícil por la situación política.

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