El alcalde de la ciudad, Javier Lacalle, ha confiado hoy en que el proyecto de mejora de la acústica del Coliseum Burgos pueda ejecutarse entre el 25 de noviembre y el 15 de diciembre, coincidiendo con el parón de la Liga Endesa motivado por ... la última ventana FIBA del año.
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En este sentido, Lacalle, que ha visitado la instalación con motivo de la llegada -que se cumplirá mañana en el partido del San Pablo frente al Tecnyconta Zaragoza- del usuario 500.000, ha confirmado que el Consistorio está a punto de cerrar un acuerdo con dos empresas para que éstas asuman el coste de la intervención. «En los próximos días podremos anunciar qué empresas son las que van a colaborar» en esta actuación, ha asegurado Lacalle.
El proyecto contempla la instalación de 2.160 paneles de 5 centímetros de grosor sobre la estructura de la cúpula del recinto, dejando libre el lucernario central. Con su colocación, se prevé que la reverberación, que actualmente se ha medido entre los 8,5 y los 10 segundos en los diferentes puntos de la instalación, se reduzca a una horquilla de entre 3 y 3,5 segundos.
A la vista de las experiencias acumuladas en los primeros tres años de uso del Coliseum -incluidos los conciertos iniciales-, el propio Lacalle reconoce que se trata de una actuación «necesaria» para sacar el máximo rendimiento al recinto. Por eso se diseñó un proyecto cuyo presupuesto alcanza los 103.000 euros y se comenzó a llamar a la puerta de diferentes empresas, algunas de las cuales ya han colaborado en la mejora de la instalación en los últimos años.
Ahora, el reto es llegar a tiempo para la ventana FIBA. No en vano, si se pierde esa horquilla temporal, habría que esperar ya hasta la siguiente, que está programada para el mes de febrero. Además del retraso en sí, esta segunda opción es más compleja, por cuanto que ese mes se ha programado la siguiente edición de Gangamanía, desarrollada también en el Coliseum.
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Pero esta no será la única actuación que se llevará a cabo en la antigua Plaza de Toros en los próximos meses. Y es que, según ha reconocido Lacalle, todavía quedan cosas por hacer. En este saco entra la reforma de los baños de la primera planta, una obra presupuestada en 375.000 euros que, si se cumple el calendario, deberá adjudicarse durante la segunda quincena de este mismo mes de octubre con el objetivo de que los trabajos puedan comenzar a ejecutarse físicamente antes de que acabe el año.
Paralelamente, también se está actuando para acondicionar una sala de prensa junto a los vestuarios. Se trata de una sala «discreta» que viene a completar los propios vestuarios y la enfermería, concluida meses atrás. Asimismo, ya está aprobada la ampliación de los videomarcadores, una actuación de menor envergadura que también se prevé ejecutar antes de que acabe el año.
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Sea como fuere, y más allá de las cuestiones aún por resolver en el recinto, Lacalle insiste en ponerlo en valor. Y es que, a su juicio, el volumen de usuarios -derivados en su inmensa mayoría de la masiva asistencia a los partidos del San Pablo- «demuestra que era imprescindible un gran recinto cubierto en esata ciudad». «Estoy muy satisfecho y orgulloso» de haber conseguido obtener una «rentabilidad social» tan grande «a un coste económico asequible», ha sentenciado.
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