San Juan Bautista reclama un centro municipal de barrio tras ser declarado «insalubre» el actual

«Solo necesita un cambio en el tejado», apunta Montse Sánchez, la presidenta de la asociación, quien recuerda que han realizado inversiones para adecentar el inmueble, cedido en el año 2000. Entre ellas, se ha retejado en alguna ocasión el edificio, pero con la pandemia no ha sido posible continuar con las obras de mantenimiento y, ahora, «hay riesgo claro de que el tejado se venga abajo», apunta otro vecino de la barriada, Rafael Medina.

Ante esta situación, los vecinos se pusieron en contacto con el Ayuntamiento de Burgos para que les ayudase con los arreglos, pero les derivaron a sus propietarios, la Junta. Con ellos contactaron en marzo del pasado año, les mandaron los técnicos y lo siguiente que supieron es que «nos exigieron las llaves porque dicen que el inmueble es insalubre». Querían que estuvieran fuera el 31 de marzo, pero se han negado y reclaman inversiones para dotar al barrio de un centro municipal.

Sánchez recuerda que todos los barrios de Burgos cuentan con un lugar de reunión, sede de las asociaciones vecinales y punto de encuentro y actividades para los vecinos. En la barriada disponían del edificio que les dejó, allá por la década de los '80, el Ministerio de Cultura. Requiere una reforma, pero antes, hacerse con la titularidad. Lo que le han pedido al Consistorio es que lo asuma y lo reforme, una obra que se estima en 500.000 euros y que llevaría varios año. La alternativa es que se hagan cargo del edificio de la Junta y lo reformen.

Y si quieren evitarse todos estos problemas, apunta Medina, la asociación de vecinos le propone que construya un centro municipal en la parcela propiedad del Ayuntamiento ubicada junto a la escuela infantil La Garza. Los edificios a rehabilitar son pequeños, recuerda, y los vecinos lo que quieren es un centro cultural digno, con sala cultural, espacio para reuniones de mayores, para actividades de los niños... «lo que tienen todos los barrios». Y, mientras resuelven el problema, que les cedan espacios en el edificio de la Fundación Lesmes, que es propiedad municipal.

Esta es la principal demanda que realiza la Asociación 'San Juan Bautista', pues Montse Sánchez recuerda que «la barriada está creciendo mucho». Hay una zona de expansión territorial, están llegando muchos jóvenes y se necesita una dotación de estas características, asevera. Eso no quiere decir que el barrio haya abandonado sus tradicionales reivindicaciones, tradicionales porque llevan años reclamándolas pero sin mucho éxito. Como un adecentamiento generalizado de sus calles, pues no se ha invertido nada desde el año 2000.

La Barriada San Juan Bautista está a punto de cumplir 75 años. «La obra de asfaltado fue con el alcalde Valentín Niño. Toda la urbanización», recuerda Sánchez. Se realizó la intervención entre 1995 y 1998. Luego, en época de Juan Carlos Aparicio fue cuando se construyó la avenida Valentín Niño. «Los demás, no han hecho nada», y eso que tanto Javier Lacalle como Daniel de la Rosa han visitado el barrio y han hecho compromisos, pero siguen teniendo los mismos problemas: calles en mal estado, baches, iluminación precaria, contenedores destrozados, espacios verdes sin atender, aceras levantadas por las raíces de los árboles...

A todo ello se suma la demanda de mejorar las conexiones con el Barrio del Pilar. Los vecinos valoran la construcción del Puente de la Universidad, por el que pelearon mucho, recuerdan. Aún así, es insuficiente porque entre el puente y la pasarela peatonal, ubicada a la altura de La Milanera, hay casi un kilómetro. Y son dos kilómetros los que tienen que recorrer los vecinos que viven en la zona más próxima al penal para llegar al puente y poder, así, cruzar el río Arlanzón.

Ambos puentes están recogidos en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), recuerdan los vecinos, pero «no ha habido interés» por desarrollarlos. Montse Sánchez recuerda que siendo alcalde Javier Lacalle prometió el puente, pero no se ha hecho nada. Los vecinos piden, para empezar, que se transforme la pasarela en un puente, modesto, de un carril por sentido, aceras y carril bici, con aparcamiento en el lado de la barriada.

Rafael Medina explica que son muchos los padres que viven en El Pilar pero llevan a sus hijos a la escuela infantil. Vienen por el camino asfaltado, paralelo a La Milanera, y tienen que dejar al otro lado del río sus vehículos y cruzar la pasarela a pie, pasando por una zona sin pavimentar, haga sol, llueva o nieve. Con el puente se evitaría esta situación y, además, se garantizaría una mejor conexión entre dos barrios a los que solo separa un río.