Los chavales burgaleses famosos por su acción viral: «Volveríamos a hacerlo, pero sin recompensa»

«Habíamos quedado un sábado cualquiera para jugar por la calle y, al llegar al parque, en realidad ya la calle entera, estaba lleno de folletos. No nos gustaba verlo así y decidimos recogerlo», cuenta Fran con la naturalidad de quien no ve nada excepcional en su acción. Dicho y hecho, estos tres amigos que comparten colegio y ratos de ocio, se pusieron manos a la obra bajo las miradas de vecinos y viandantes.

«La gente nos felicitaba y un señor desde la ventana nos aplaudió y nos empezó a grabar», cuenta antes de reconocer que él no escuchó los aplausos, pero que Dylan y Ricardo sí lo hicieron, como ellos mismos confirman. Una de las vecinas de la calle les contó entonces que esos folletos de publicidad llevaban varios días tirados en la calle, pero atados.

«Alguien los habría desatado y los había dejado volar», lamenta Fran, que comanda la conversación bajo la mirada de sus amigos, su abuela, su hermana y las madres de sus amigos. «Al tirar los últimos folletos de publicidad que estaban en el parque vino el señor que nos grabó desde la ventana y nos preguntó que si habíamos sido nosotros los que habíamos tirado esos papeles al suelo. Al decirle que no nos preguntó que por qué los estábamos recogiendo entonces y le contestamos que no nos gustaba ver el parque así», continúa.

Entonces Jonny, que es como se llama la persona que grabó esta buena acción, se puso en contacto con la madre de Ricardo para contarle lo que había pasado y para invitar a merendar a los tres amigos.

La iniciativa, que no estaba prevista, surgió de manera espontánea al pensar que no podían dejar así el parque. «Sí, eso, no podíamos dejar que el parque siguiera lleno de papeles», explican Ricardo y Dylan, que aseguran que nunca habían hecho algo así hasta este pasado sábado. El germen de todo ello se encuentra en casa, donde Dylan, Ricardo y Fran han encontrado también una toma de tierra para que todas estas alabanzas «no se les suban a la cabeza».

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Ruth Rodero

«Intento inculcarle en casa, de hecho su hermano mayor va por la calle queriendo recoger todo lo que encuentra tirado», explica la madre de Ricardo. Pero Ricardo tiene claro que tanto «ecologismo» le ha hecho «odiarlo un poco por él». A pesar de que no quieren darle demasiada importancia, sí agradecen que estos tres jóvenes tomaran la decisión de recoger esos papeles y no de, por ejemplo, hacerlos trozos o tirar los que quedaban sin esparcir.

«Es un acto positivo, pero ahora no se les puede subir muy para arriba», indica la abuela de Fran. De momento, estos tres amigos han tenido que aguantar algún vacile de los compañeros de clase que les llaman «famosos» y algo de envidia por las atenciones recibidas.

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Dylan, Fran y Ricardo esperan que su ejemplo cale en los burgaleses y se pueda repetir una recogida de basuras solo porque sea necesario, sin que nadie lo organice como una actividad dirigida. De momento, en su colegio de los Maristas de Burgos, una de sus profesoras les está poniendo de ejemplo para el resto del alumnado, algo que hace sentir a estos tres amigos de manera diversa.

A Ricardo no le gusta nada que «empiecen a aplaudir» y a decirle que lo han «hecho muy bien». Ellos no sabían que les estaban grabando y no creen ser merecedores de tantos halagos. Pero tienen claro el mensaje que quieren dejar a la sociedad: «Que cuando quieran tirar algo que busquen una papelera, que hay muchas». Saben que si se vuelven a encontrar en la misma tesitura ellos volverían a actuar igual. «Yo lo haría, pero sin que nadie me esté animando o me den recompensa. Sin que después de hacerlo me feliciten y me recompensen. De manera desinteresada», explica Ricardo, aunque también se muestra «muy agradecido» por el gesto de Jonny y la invitación a la merienda.

La petición de sus familias a estos tres chicos es «que en casa hagan lo mismo», mientras todos estallan entre risas. La madre de Dylan, en cambio, sí tiene claro cuál es su visión de toda esta historia: «Yo creo que lo hicieron es algo normal y debería ser lo normal. Debería de ser así y no hacerles pensar que es una cosa extraordinaria. ¿Es un buen ejemplo? Sí, porque las cosas que se ven son feas. Pero no es algo que debiera ser extraordinario».

Así también lo cree Ricardo, que aunque está muy agradecido a Jonny por la merienda él cree que no se la merecían. «Él no era quien lo había tirado, no estaba obligado a recompensarnos». Y así, entre el orgullo por lo hecho y los nervios de estar viviendo un protagonismo que no buscaban, Dylan, Ricardo y Fran siguen entre bromas su día a día, que se vio alterado cuando su vídeo recogiendo la basura que otros tiraron se hizo viral.