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La suerte o la casualidad han estado hoy del lado de la joven de 23 años que ha sido rescata de entre los escombros de su propia vivienda, después de que el inmueble contiguo haya explotado, llevándose por delante la mitad de su propiedad. ... Pasadas las 9:20 horas, una explosión de gas ha hecho desaparecer por completo una vivienda del Bloque 2 de la Barriada Inmaculada y parte del inmueble contiguo.
En ese segundo inmueble se encontraban tres jóvenes, dos hermanas y el novio de una de ellas. Sin embargo, mientras una de ellas, que dormía en su habitación sola, se ha visto arrastrada por los escombros, la otra y su pareja han conseguido salir por su propio pie. Según ha relatado a BURGOSconecta en primera persona el varón que estaba con su pareja y hermana de la víctima, «oímos un ruido y en ese momento vimos como caía polvo y se empezó a caer el techo e intentamos bajar abriendo las puertas como podíamos y salimos».
Él se lamenta de no haber podido ayudar a la joven porque la habitación en la que estaba -en la segunda planta- cayó y «literalmente no sabíamos ni dónde estaba». Por suerte, «la han sacado consciente de los escombros y nosotros salimos por nuestro propio pie», ha explicado el joven.
Gracias al testimonio de los familiares que se encontraban con ella, los bomberos han podido saber que había una víctima entre los escombros. Y hay que celebrar que, en el momento del derrumbe, «se ha generado una burbuja de supervivencia, ha quedado protegida por una parte de un muro y ahí ha sido rescatada», ha explicado el jefe de Bomberos de Burgos, Julio Estébanez. Si bien, ha apuntado que «de igual manera, en ese mismo sitio, podía haber caído todo el paramento vertical y haberla aplastado».
Además, la suerte ha sido doble, porque la víctima ha conservado junto a ella su teléfono y ha estado en contacto permanente y continuo con el propio jefe de Bomberos, mientras se desarrollaban las labores de rescate. Estébanez ha explicado que la joven «tenía las dos piernas pilladas por los escombros» y se encontraba «muy nerviosa y con miedo».
Sin embargo, no por ello se han podido acelerar los pasos para rescatarla, porque es necesario hacerlo de manera manual y apuntalando las zonas para que la víctima atrapada no se vea afectada. En este sentido, Estébanez ha explicado que «son rescates en los que hay que ir con cuidado, porque las estructuras siguen siendo inestables».
Durante todo el proceso, el contacto directo y permanente ha tranquilizado a la joven, que finalmente ha sido rescatada estando consciente y ha sido trasladada al Hospital Universitario de Burgos (HUBU).
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