Investigan la aparición de la bandera rusa en la Plaza Mayor y varios grafitis por un posible delito de odio

La colocación de una gran bandera rusa, con las polémicas cintas de San Jorge, en uno de los edificios de la Plaza Mayor de Burgos va mucho más allá de ser una mera anécdota. La Policía Local está investigando la acción por si pudiera ser constitutiva de un delito de odio, pues las cintas de San Jorge son una demostración de patriotismo impuesta por Vladimir Putin.

La Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Local recibió este miércoles varias quejas de ciudadanos por la aparición de símbolos y pinturas que hacían referencia la guerra en Ucrania. Según informa el cuerpo policial en Twitter, además de la bandera, que fue retirada por los bomberos, han aparecido varios grafitis, que también se investigan por un posible delito de odio.

La polémica saltó este miércoles, Día de San Pedro y San Pablo, cuando ciudadanos burgaleses y refugiados ucranianos denunciaron que había una gran bandera rusa colgada en un edificio de la Plaza Mayor. Las quejas llegaron no solo a Policía Local sino también al alcalde, Daniel de la Rosa, que tras comprobar la situación, dio orden de retirada de la bandera.

Y es que no se trataba de una bandera de Rusia al uso. Llevaba el lazo bicolor de San Jorge, utilizado como símbolo por quienes encabezaron el levantamiento separatista en marzo y abril de 2014 en Crimea y en Donbass. Desde entonces, el lazo bicolor está envuelto en la polémica, pues ha pasado de ser un símbolo de la celebración de la derrota del Nazismo a un símbolo del patriotismo de Putin.

Dadas estas connotaciones, de sobra conocidas por todos aquellos que tienen algún tipo de vínculo con Rusia y Ucrania, y teniendo en cuenta que la fachada del Ayuntamiento de Burgos luce frases de apoyo al pueblo ucraniano y de acogida a los refugiados, la Policía Local investiga si la colocación de la bandera pudiera ser constitutiva de un delito de odio.

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